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Eloy Gómez ha interpuesto una denuncia civil contra el colectivo encargado de gestionar la actividad cinegética en la localidad. Asegura que también acudirá a la vía penal por sentirse estafado: "No me han devuelto ni un céntimo". Pedirá medidas cautelares y su única intención es "volver a cazar donde llevo 15 años haciéndolo".
Un cazador ha interpuesto una denuncia por la vía civil contra la Asociación de Vecinos Nuestra Señora de Paul, encargada de gestionar la actividad cinegética local en Langa de Duero, tras verse privado de sus derechos de caza a pesar de haber abonado más de 37.000 euros. Eloy Gómez, quien ha frecuentado los cotos de esta localidad soriana durante 15 años, se encuentra ahora en el centro de lo que describe como una "disputa interna" de la junta directiva que ha derivado en lo que considera "una estafa".
Este medio de comunicación publicó, en un primer momento y de forma errónea, que la denuncia se había interpuesto contra el alcalde de Langa de Duero, Iván Aparicio, por un presunto delito de prevaricación. El regidor, en un comunicado, aclaró que es vocal de la asociación de vecinos de Langa, pero que no había recibido ninguna noticia ni incurrido en ningún tipo de actividad irregular.
Gómez puntualiza que, efectivamente, esta denuncia no se dirige contra el primer edil langueño, sino contra un colectivo que "me ha perjudicado en mis intereses". Relata que, tras abonar 24.000 euros más IVA, además de 8.000 euros de fianza, se encontró con una situación inesperada. "Llego al hotel, no me da tiempo a subir las maletas cuando me doy cuenta de que tengo bloqueados todos los precintos. No puedo cazar y no se ha devuelto ni un céntimo de los treinta y siete mil euros", denuncia.
El conflicto parece tener su origen en discrepancias dentro de la directiva de la asociación. Según cuenta el afectado, tras una junta en la que surgieron desacuerdos, el presidente de la asociación presentó su dimisión. Ahora, Eloy Gómez, considera que "hay personas que están aprovechando mi situación para hacer más ruido".
La cronología de los hechos, según el denunciante, resulta especialmente llamativa. Gómez asegura que fue el viernes cuando recibió la notificación y se enteró de que no iba a poder cazar. "Me ponen un WhatsApp diciendo que me revocan absolutamente los precintos hasta intentar aclarar la situación", explica el cazador, quien insiste en que no ha recibido ninguna explicación formal ni la devolución del dinero abonado. Esta situación es precisamente lo que ha motivado su denuncia por la vía civil contra la asociación.
El cazador, asesorado por su abogado, defiende la validez de los acuerdos alcanzados: "Los contratos tanto verbales como tácitos, tienen toda la validez del mundo, y ellos a la hora de entregarnos los precintos, ya están aprobando el contrato. Lo que no puede ser es que cojan el dinero, me dejen los precintos y, porque a ellos les interese, luego lo revoquen".
La situación podría agravarse en los próximos días, ya que Gómez anuncia que, tras la denuncia civil, presentará otra por la vía penal por un presunto delito de estafa. "A día de hoy es una estafa porque han pasado seis días y todavía no he recibido ninguna contestación", argumenta.
Además, el afectado solicitará medidas cautelares que podrían tener consecuencias para todos los cazadores de la zona: "Eso significa que no puede cazar absolutamente nadie en el coto". Una decisión que, según explica, no ha tomado a la ligera: "A mí me hubiera parecido muy bien que me hubieran revocado los precintos, me hubieran dado una explicación y me hubieran devuelto el dinero, pero el problema es que no ha sucedido nada de eso".
A pesar de la situación, Gómez insiste en que su único deseo es poder seguir cazando en Langa de Duero, donde asegura tener numerosos amigos tras más de una década frecuentando la localidad. "Para mí ha sido una decisión muy dolorosa tener que denunciar", confiesa.