Fotos y crónica | Los vecinos de San Esteban no confían en el arreglo del puente: "En 15 días, hundido otra vez"

A primera hora de la mañana, los trabajadores se afanaban con los últimos detalles sobre el puente medieval de San Esteban. El ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció ayer en su cuenta de X que este miércoles se abría al tráfico la infraestructura que conecta el suroeste de Soria con Segovia y Madrid y había que cumplir cuanto antes.

Colocar las últimas vallas, retirar maquinaria ligera y pesada, y montar las nuevas señales que, a partir de ahora, regularán el tráfico de todo tipo de vehículos. La hora del reestreno no era oficial, pero todos apuntaban a las 11 de la mañana.

Los vecinos no alteraban sus rutinas. Continuaban atravesando el puente de los 16 ojos como los últimos dos meses, a pie o en bicicleta, pero a medida que se acercaba el momento aumentaba la expectación a ambos lados del Duero. A una distancia prudencial, Silvano del Cura, observa los últimos retoques mientras niega con la cabeza. "Me parece fatal que abran al tráfico en estas condiciones", confiesa a este medio.

Él fue una de las tres personas que estaba sobre el puente cuando la riada del pasado 10 de marzo se llevó parte del voladizo. Asegura que no tiene miedo porque "no me quedan más narices que pasar por ahí", pero califica los arreglos de "parche" y cree que serán "pan para hoy y hambre para mañana".

Poco antes de las 11:00 horas coinciden en el mismo punto el alcalde de San Esteban y el subdelegado del Gobierno. Se saludan, prácticamente sin mirarse a la cara, y atienden a los medios de comunicación por separado. No les hace falta manifestar que sus posturas son contrapuestas. El primero exige la rehabilitación integral y un puente alternativo para el tráfico pesado. El segundo defiende la seguridad del puente actual y emplaza a futuro cualquier conversación sobre otras opciones.

Los ánimos se caldean por momentos. Hay vecinos que buscan la confrontación directa con el representante del ejecutivo central y lo explican: "Estamos muy enfadados porque esto no es de recibo". Todos coinciden en su preocupación porque creen que "el puente se ha abierto sin medidas de seguridad".

Ya circulan coches y camiones sobre la infraestructura medieval y un grupo de mujeres, visiblemente afectadas por la situación, aseguran sentirse "ninguneadas" y lamentan "tener pocos votos" porque "no nos hacen ni caso". Defienden que esta "no es una cuestión de colores políticos" y critican que "el subdelegado está jugando un mus y no es justo que lo haga con estos asuntos".

Otro vecino de San Esteban contempla la escena y nos alerta sobre lo que, para él, es reflejo de las prisas por la reapertura. "Hazle una foto a la señal, está colocada del revés", indica. También nos señala las grietas que surcan una caracola cubierta por un andamio: "Como metan otra vez camiones se va a volver a caer porque los tajamares sufren con cada tonelada".

Se encienden los semáforos que, a partir de ahora, regularán el tráfico sobre el puente y José María Hernando, otro vecino de San Esteban, emprende la marcha para recuperar sus actividades cotidianas. Antes de irse lanza al aire una predicción: "Dentro de 15 días volverá a estar hundido". Confiesa que "estoy cansado de ir andando", pero cree que deberían haberlo abierto "solo para coches y peatones, sobre todo para jubilados".