El sindicato apunta a que son 190.000 las horas no remuneradas cada semana en la Comunidad.
El sindicato CSIF advierte que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales exige que se refuerce la Inspección para garantizar un control horario efectivo, ya que actualmente existen más de 190.000 horas no remuneradas cada semana en Castilla y León. “Sin Inspección no habrá derecho”, aseguran en la organización, destacando que reducir la jornada laboral es avanzar en mejoras sociales, y que no hay que dar ni un paso atrás en conciliación y salud laboral. CSIF valora esta reforma como una oportunidad para mejorar la calidad de vida y lograr un nuevo modelo productivo más justo.
El sindicato ha reunido este en Valladolid a sus delegados del sector de empresa privada de toda la Comunidad, en una jornada formativa encabezada por su secretario del sector nacional, Pedro Poves, para analizar las últimas reformas legislativas y su impacto directo sobre los derechos laborales en Castilla y León, con especial atención en la inminente implantación de la jornada laboral de 37,5 horas semanales sin merma salarial.
Según los datos expuestos, esta medida supondrá un cambio estructural para el 88,8% de los asalariados del sector privado a tiempo completo en Castilla y León, lo que equivale a unos 465.000 trabajadores. La reducción obligatoria, antes del 31 de diciembre de 2025, permitirá que cada persona afectada trabaje unas 70 horas menos al año, equivalentes a dos semanas laborales, en una Comunidad que mantiene aún una media de 38,6 horas semanales.
Jubilación parcial anticipada
Durante la jornada, también han sido abordadas cuestiones clave como la nueva regulación de la jubilación parcial anticipada y los permisos retribuidos, que CSIF considera que están siendo “boicoteados por el Gobierno” o “de difícil aplicación”, especialmente en las pequeñas empresas. “Mientras se impulsa legislativamente la prolongación de la vida laboral, las consultas de los trabajadores van en la dirección contraria: buscan más conciliación, menos jornada, y jubilación anticipada”, señaló Pedro Poves.
En la organización sindical alertan del riesgo de que las reformas en materia de pensiones y discapacidad no prosperen si se penaliza a las pymes o se desincentiva al trabajador, y propone que los sindicatos se conviertan en aliados estratégicos de las empresas para aumentar la productividad. “Solo así se podrá avanzar hacia una jornada laboral más corta sin perjudicar la viabilidad del tejido productivo”, indican.
Así mismo, recuerdan que el salario medio de Castilla y León sigue siendo uno de los más bajos de España y la tasa de pobreza o exclusión social (AROPE) ha crecido, situando a la Comunidad como la octava comunidad con mayor porcentaje.
CSIF insiste en que la reducción de la jornada laboral debe verse como una “vía de justicia y reparto del trabajo, no como una amenaza para la empresa”, y reclama políticas públicas y empresariales que acompañen esta transformación con garantías reales de aplicación.
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