Acusan al Gobierno de 'ocultar' la solución para el puente de San Esteban

Cientos de vecinos de San Esteban de Gormaz y de toda la demarcación ribereña se concentraban este viernes para alzar la voz y decir basta. El nuevo derrumbe en su puente medieval, una joya patrimonial, única en España por la que discurre una carretera nacional, la N-110, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia. Con un sentimiento generalizado de “abandono” por parte del Gobierno central, los manifestantes, encabezados por su alcalde, Daniel García, y con el respaldo del presidente de la Diputación, Benito Serrano, han exigido responsabilidades, transparencia y, sobre todo, soluciones definitivas: una variante que desvíe el tráfico pesado, una rehabilitación integral del monumento y una pasarela provisional que garantice que el pueblo no vuelva a quedar aislado.

Un sentimiento de “abandono” tras el nuevo derrumbe

La manifestación ha sido la respuesta ciudadana a una situación que se ha vuelto insostenible. El pasado 17 de julio, uno de los tajamares del puente se vino abajo, reabriendo una herida que se creía en vías de cicatrización tras un derrumbe anterior. La reparación, acometida con prisas según denuncian, no solo no ha solucionado el problema, sino que ha agravado la desconfianza. Para el alcalde de San Esteban, Daniel García, lo que sienten los vecinos es “una sensación de abandono por parte del gobierno central, porque al fin y al cabo han visto que se han prometido cosas que no se han cumplido”. Esta percepción se ha visto alimentada por una gestión que consideran opaca y por promesas que, aseguran, se han desvanecido en el tiempo.

El regidor ha recordado cómo desde el Ayuntamiento y otras instituciones, como la propia Diputación, se advirtió de los riesgos. “Ojo con la rehabilitación, que es una joya medieval, el tratamiento que se le dé, por favor, hay que ser cuidadosos”, ha rememorado García, quien ha lamentado que no se escucharan sus peticiones de tomarse el tiempo necesario y construir primero un paso alternativo. “El tiempo nos ha dado la razón”, ha sentenciado con amargura.

La “joya patrimonial” que soporta el tráfico del siglo XXI

El epicentro del conflicto es una infraestructura anacrónica. El puente de San Esteban de Gormaz ostenta el dudoso honor de ser, en palabras de su alcalde, “el único puente medieval de España que alberga una carretera nacional”. Concebido hace siglos para el paso de carros y ganado, hoy soporta el incesante trasiego de camiones de gran tonelaje, vehículos agrícolas y el tráfico de la N-110, una vía crucial que conecta Soria con Madrid, Segovia y Salamanca. El resultado son atascos con “colas kilométricas”, un riesgo constante para la seguridad y un grave perjuicio para el sector primario, cuyas cosechadoras apenas pueden transitar por el estrecho paso. “Tenemos una joya patrimonial que no se está tratando como tal”, ha denunciado García, subrayando la necesidad de proteger el monumento y garantizar la movilidad y seguridad de los ciudadanos.

Exigencia de responsabilidades y una comunicación transparente

La falta de información clara por parte de los responsables ministeriales ha sido otro de los detonantes del malestar. Tras el último derrumbe, el alcalde ha revelado que la única explicación recibida fue “un poco peregrina”. Según le comunicaron, el colapso se debió a “la concentración de la propia cal en la lechada de los tajamares”. Una justificación que García ha rebatido con contundencia: “Yo le instaba a que ni el calor ni la concentración de cal pueden hundir un tajamar, y si es así, tenemos una peligrosidad en todo el puente porque se ha introducido ese tipo de producto en otros tajamares”.

La incertidumbre es, para el alcalde, uno de los peores enemigos. La invitación cursada al ministro Óscar Puente y a otros delegados del Gobierno para que asistieran a la concentración y escucharan el sentir popular no ha obtenido respuesta. Además, ha mostrado su sorpresa ante las afirmaciones de que el cronograma de la obra se mantendrá sin cambios. “Que ahora nos digan que el hundimiento del tajamar no es ningún problema dentro de su cronograma y que van a cumplir con los plazos, me sorprende, porque era la intervención más grande e importante que deberían hacer”, ha criticado, exigiendo “responsabilidades y, sobre todo, explicaciones y claridad en la información”.

El apoyo de la Diputación y la variante “escondida”

El presidente de la Diputación de Soria, Benito Serrano, se ha sumado a las reivindicaciones, calificando la situación de “insostenible”. Serrano ha recordado la importancia estratégica de la N-110 para toda la comarca y ha criticado duramente la gestión del Gobierno. Ha desvelado un hecho especialmente grave sobre la falta de voluntad política para encontrar una solución definitiva. “Quiero recordar, en una de estas reuniones, que los técnicos del ministerio desplegaron un plano en el que venía esa solución. Venía la solución de la variante”, ha afirmado Serrano. Y ha lanzado una pregunta al aire: “¿Por qué cuando la plantearon enseguida hubo un político que mandó taparlo y mandó ocultarlo?”.

El presidente provincial también ha criticado el secretismo con el que, a su juicio, se ha manejado todo el proceso, mencionando que las reuniones técnicas se llegaron a celebrar en un cuartel de la Guardia Civil en lugar de en el Ayuntamiento. Desde la Diputación, aunque sin competencias directas, se ha comprometido a “seguir insistiendo, seguir presionando y seguir poniendo el problema en el foco político”.

Tres peticiones claras para un futuro conectado y seguro

La protesta de San Esteban de Gormaz no ha sido solo una queja, sino una exposición clara de sus demandas, que se pueden resumir en tres ejes fundamentales para garantizar el futuro del municipio y la conservación de su patrimonio:

• Una solución inmediata: La construcción de una pasarela alternativa provisional que garantice la conexión permanente del municipio, evitando colapsos y asegurando el paso de servicios de emergencia y el tránsito diario de los vecinos.
• Una solución a medio plazo: Una rehabilitación integral y respetuosa del puente medieval, tratándolo como el monumento histórico que es y no como un simple tramo de carretera, garantizando su seguridad y preservación a largo plazo.
• Una solución definitiva: El estudio y ejecución de una variante de la N-110 que desvíe el tráfico pesado y de largo recorrido fuera del casco urbano, liberando al puente y al pueblo de una presión para la que no están diseñados.

La concentración ha finalizado con un mensaje de unidad y determinación. “Esto no va de colores políticos, esto va de pensar en las personas y de empatía”, ha proclamado el alcalde. Un sentir compartido por todos los presentes, que han dejado claro que no van a rendirse. Como ha concluido Daniel García, “es hora de que levantemos la voz y de que se nos escuche”. San Esteban ha hablado, y ahora espera una respuesta a la altura de sus justas reivindicaciones.