¿Qué es la nueva 'Micosenda' de Soria?

El Monte Valonsadero, pulmón verde y espacio de recreo por excelencia para la capital, ha sumado un nuevo atractivo a su oferta. En el corazón del Pinarcillo, una de sus zonas más queridas, el Ayuntamiento de Soria ha presentado una propuesta que entrelaza micología, tecnología, arte y ocio familiar. Se trata de la 'Micosenda', una infraestructura turística diseñada no solo para el disfrute, sino también para la educación y la sensibilización sobre el vasto patrimonio micológico de la provincia.

Este proyecto se enmarca dentro de la iniciativa europea Mycotur, un programa de experiencias turísticas en el que el consistorio soriano colabora con entidades como la Diputación de Ávila y el Gobierno de Aragón. Con una inversión total de 172.000 euros, busca potenciar el turismo micológico a través de diversas acciones, como el congreso celebrado previamente, y ahora, con la creación de infraestructuras permanentes que enriquezcan la experiencia del visitante.

La concejala de Turismo, Yolanda Santos, ha desvelado los detalles de una actuación que transforma un paseo por el bosque en una aventura interactiva. El objetivo, según ha explicado, es claro: "Aprovechar algo lúdico, bonito, estético y artístico para sensibilizar sobre la micología". La iniciativa busca atraer tanto a los sorianos, asiduos de Valonsadero, como a los turistas que quizás desconocen el bosque que atesora el municipio más allá de su casco urbano.

Una senda para aprender y disfrutar

La 'Micosenda' propone un recorrido circular y accesible a través del Pinarcillo, jalonado por seis paradas estratégicas. En cada una de ellas, el visitante encontrará paneles explicativos y un código QR que da acceso a audioguías. A través de esta tecnología, se despliega un universo de conocimiento sobre el entorno. Los contenidos abarcan desde información práctica, como la obtención de permisos de recolección, hasta conceptos más profundos sobre la importancia de los hongos en el ecosistema.

El paseo se convierte así en una clase al aire libre. Las guías sonoras y los textos detallan las especies de setas más representativas de los distintos hábitats presentes en Valonsadero: el pinar, el robledal y la pradera. Uno de los puntos clave de la senda es la promoción de las buenas prácticas recolectoras, un aspecto fundamental para la sostenibilidad del recurso. "Qué tenemos que hacer, cómo disfrutar y qué cosas no debemos de hacer, como arrancar o pegar patadas a la vegetación, esas cosas que aquí en Soria ya se saben, pero siempre está súper bien recordarlas", ha subrayado Santos durante la presentación.

Juegos tradicionales con sabor a monte

Como complemento a la ruta didáctica, el proyecto ha revitalizado la pista de tráfico infantil, un espacio muy utilizado por las familias sorianas. Bautizada como la zona de 'Micojuegos', el área ha sido transformada por los artistas de Imperdible Estudio, Pilar Pacheco y Christian Calavia. Lejos de instalar elementos prefabricados, han optado por pintar directamente sobre el asfalto una serie de juegos populares adaptados a la temática micológica.

Los niños y no tan niños pueden ahora divertirse con una sopa de letras de especies de setas, un 'setas en raya' o un juego para encontrar las diez diferencias entre dos ilustraciones fúngicas. También se han diseñado circuitos didácticos donde el azar y el conocimiento se dan la mano. "Si les pasan cosas buenas, respetan el monte y avanzan. Por ejemplo, tiran basura, pues van hacia atrás, o sea, van aprendiendo cosas", ha explicado Pilar Pacheco. Para garantizar su perdurabilidad, se ha utilizado pintura vial sintética, resistente a las inclemencias del tiempo y al uso intensivo.

El arte que se esconde entre los árboles

Quizás el elemento más sorprendente y visualmente impactante de la 'Micosenda' es la intervención artística realizada directamente sobre los árboles. Imperdible Estudio ha creado una serie de anamorfosis micológicas, una técnica de ilusión óptica que juega con la perspectiva del espectador. Fragmentos de una seta se pintan en diferentes troncos de pino, de manera que solo desde un punto estratégico concreto la imagen se recompone y la seta aparece completa ante los ojos del observador.

"Buscábamos cómo se juntaban troncos para que desde lejos, desde un punto estratégico, puedas ver esa seta completa", ha detallado Christian Calavia sobre el minucioso proceso creativo. A lo largo del recorrido, los paseantes tendrán que agudizar la vista para encontrar las cinco especies representadas: boletus, níscalo, senderilla, colmenilla y la icónica Amanita muscaria. Los artistas han confesado que, contra todo pronóstico, "el trabajo fue más sencillo de lo que pensaban, incluso más que pintar un gran mural". Al ser preguntados por su creación favorita, no han dudado: "La más bonita, manita. Aunque sea la venenosa, es la más bonita de color, es la que mejor queda y la que más engancha".

Con esta triple propuesta, Valonsadero no solo refuerza su condición de espacio de ocio, sino que se convierte en un aula de naturaleza al aire libre y en una galería de arte efímero y respetuoso con el entorno. Una invitación a redescubrir el monte, a mirar con otros ojos los árboles que siempre han estado ahí y a valorar, todavía más, el tesoro micológico que Soria ofrece al mundo.