La campaña micológica no termina de arrancar y los expertos advierten: "No he visto un otoño igual"

A estas alturas del mes de octubre, los montes sorianos deberían ser ya un hervidero de ir y venir de recolectores con cestas repletas de setas y hongos. Este 2025 no es así. La ausencia prolongada de lluvias y las condiciones meteorológicas adversas están provocando un retraso en el inicio de la campaña micológica nada habitual. La situación es tan excepcional que hay expertos que se han visto obligados a lanzar un mensaje de realismo y contención frente a las expectativas.

Luis Alberto Simón, experto micólogo y responsable del resturante El Cenador, asegura, en declaraciones para Soria Noticias, que la campaña de otoño está prácticamente perdida, y solo un cambio drástico en el tiempo podría salvar una mínima parte. "Temo que la campaña de este otoño sea algo testimonial", apunta.

Con semblante serio añade que "no recuerdo otoño igual". Lleva años recorriendo los montes del país en busca de los mejores, y también más raros, ejemplares y expresa que "ha habido campañas malas, pero que no salga ni una seta en ninguna parte de la provincia no lo había visto nunca". Insiste: "No hay ni en Navaleno ni en Soria, ni en El Royo ni en La Póveda. En lo que es el sistema pinariego, tanto en Urbión como en la Cebollera, no hay ningún punto que haya salido nada, ni un pequeño brote".

Confiesa las dificultades que ha encontrado para preparar las tradicionales exposiciones de las ferias micológicas. La situación es tan extrema que ha tenido que buscar alternativas fuera de la provincia para poder cumplir con sus compromisos profesionales, como sus clases de cocina. "Tuve la suerte de escaparme hace 15 días a una zona de España que estaban saliendo, los Pirineos Catalanes, y pudimos recolectar para salvar la temporada y asegurarme la presencia de especies en las ponencias".

Las causas

El cambio climático, según Simón, está alterando los ciclos estacionales. "Pasamos prácticamente de invierno a verano, pierdes la primavera y el otoño", ha señalado. Este año, una primavera inusualmente fría y lluviosa dio paso a un verano y un inicio de otoño marcados por una sequía extrema. "Llevamos prácticamente tres meses sin agua", ha sentenciado.

El monte presenta actualmente un estrés hídrico tan elevado que las lluvias torrenciales y esporádicas, lejos de ser una solución, agravan el problema. "El monte tiene ahora mismo una compostura hídrica muy baja", ha explicado. Cuando cae mucha agua de golpe, como los 70 litros registrados recientemente en Quintanar de la Sierra (provincia de Burgos), "esa agua resbala, va al río y se pierde porque el monte es incapaz de absorberla".

Para que el rey de los bosques, el boletus, haga acto de presencia, se tendrían que alinear varios factores de forma inminente. "Necesitaríamos cuatro o cinco días de lluvias constantes, 15 o 20 litros por día", ha especificado Simón. Esta lluvia permitiría que el suelo se empapara correctamente. Además, sería crucial que las temperaturas nocturnas se mantuvieran suaves, en torno a los 8 o 10 grados, para favorecer la brotada.

Si estas condiciones se dieran a finales de octubre, "podría salir la primera quincena de noviembre algún brote de boletus". Sin embargo, la esperanza es mínima. Por ello, las miradas se dirigen ya hacia las especies más tardías, las conocidas como termófilas o de invierno, que sí podrían tener una buena temporada. "Esas sí que llevan mejor la temperatura de invierno, se pueden reproducir entre 0 y -8 grados", ha indicado el experto. Especies como la lengua de vaca, los cantarelus, las tricholomas, el níscalo, el pie azul o la trufa podrían ofrecer una alternativa si el frío y la humedad finalmente llegan a los montes sorianos.

Una llamada a la honestidad

La situación ha generado "tristeza e incertidumbre" en todo el sector hostelero y turístico de la provincia, que ve cómo uno de sus principales reclamos se desvanece. La falta de producto local afecta directamente a las cocinas y a la oferta gastronómica. En este contexto, Luis Alberto Simón ha hecho también una llamada a la responsabilidad y la honestidad, criticando los mensajes excesivamente optimistas que, en su opinión, generan falsas expectativas. Para el experto, la honestidad es clave para no dañar la credibilidad de Soria como destino micológico de referencia, incluso en un año tan excepcionalmente malo como este.