El líder de Vox visita Soria para cargar contra las imposiciones y el chantaje del "fanatismo climático" materializado en la ZBE de Soria y la política migratoria de PP y PSOE. Sobre Cataluña y el País Vasco: "los separatistas acogieron tan rápido la población islámica porque estos desprecian España, pero se han dado cuenta de que en lugar de la independencia iban a acabar siendo una sucursal de Arabia Saudí o de Irán".
El concejal de Vox en el Ayuntamiento de Madrid y una de las figuras más reconocidas del partido a nivel nacional, Javier Ortega Smith, ha visitado Soria este viernes para denunciar lo que ha calificado como el "fanatismo climático" y las políticas de "fronteras abiertas" que, a su juicio, imponen el Partido Popular y el Partido Socialista. Acompañado por los concejales de la formación en la capital, Fernando Castillo y Sara López, Smith ha centrado su discurso en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad y en la construcción del futuro centro de refugiados.
Ortega Smith ha comenzado su intervención con una dura crítica a las políticas medioambientales, a las que ha acusado de ser una "gran mentira". Según ha manifestado, "ese fanatismo que bajo la gran excusa de la defensa medioambiental se ha convertido en una máquina o bien de recaudación económica o también de restricciones de las libertades". El caso de Soria, ha señalado, es especialmente paradigmático, ya que la ZBE se ha impuesto "incluso contra la ley", al no alcanzar el municipio los 50.000 habitantes que exige la normativa estatal. A pesar de ello, ha criticado, "no han tenido reparo en montar más de 30 cámaras".
Para el dirigente de Vox, esta implementación responde a un "chantaje" por parte de las instituciones europeas. "Si quieres dinero europeo, si quieres fondos de resiliencia, tienes que poner esta zona de bajas emisiones", ha explicado. Ha calificado de "descaro" justificar la medida por la calidad del aire, "como si Soria no tuviera una magnífica calidad de aire". En su opinión, la hoja de ruta es siempre la misma: "perseguir al vehículo privado y desproteger a los más desfavorecidos", ya que son los más vulnerables, los autónomos o los transportistas quienes no pueden permitirse un coche eléctrico y sufren las consecuencias.
Las medidas concretas que ha criticado incluyen la reducción de carriles, la creación de carriles bici "por donde nadie pasa", la ampliación de aceras y la supresión de aparcamientos. En este sentido, ha cifrado en 800 las plazas de aparcamiento en superficie perdidas en Soria, comparándolas con las 10.000 eliminadas en Madrid. El resultado, ha asegurado, es que se hace "imposible circular" y se generan problemas de tráfico en ciudades que antes no los tenían.
Ortega Smith también ha dirigido sus críticas al alcalde de Soria, a quien ha reprochado tener como referente político "a un sanguinario, a un criminal y a un homófobo, como es el Che Guevara". Para el concejal, "tener la foto del Che Guevara en un despacho institucional es entendible que luego no le importe restringir las libertades a los ciudadanos".
El segundo gran eje de su discurso ha sido la política migratoria. Smith ha confirmado que visitará el centro de refugiados en construcción en la ciudad para denunciar un modelo que, según él, perjudica a los españoles. "No queremos que en Soria se construya un centro de inmigración ilegal que va a traer a más de 200 plazas de inmigrantes ilegales", ha declarado, añadiendo que estas políticas llenan España de personas "sin que sepamos ni quiénes son ni a qué vienen".
El dirigente de Vox ha vinculado directamente la inmigración ilegal con el aumento de la inseguridad. Según sus palabras, esta "tiene una relación directa con el aumento de la delincuencia, de las agresiones sexuales, de las violaciones, de los hurtos, de los machetazos, de las peleas en la calle". Ha defendido esta afirmación con lo que ha denominado "matemáticas para progres": "Si el 11 por ciento de la población que es inmigrante ilegal comete el 30 por ciento de los delitos, quiere decir que comete 3 veces más que la población nacional".
Además del impacto en la seguridad, ha señalado un "efecto perverso en los servicios públicos", con saturación en la sanidad y los servicios sociales. Ha comparado el coste de las plazas para inmigrantes y para mayores: "¿Ustedes saben lo que cuesta a España cada plaza de un inmigrante ilegal? Yo se lo voy a decir, no menos de 2000 euros al mes [...]. ¿Sabe lo que cuesta una plaza de un anciano en España? No llega a 1500 euros". Por ello, ha insistido en que "el dinero público tiene que llegar a los españoles más necesitados".
Preguntado por la posibilidad de revertir estas políticas, Smith ha sido tajante: "Absolutamente reversibles". Ha culpado tanto al PP como al PSOE de aprobarlas en Europa, en el Congreso y en los ayuntamientos. "Cuando VOX llega al gobierno, lo que se hace es que se derogan esas leyes y se acabó el fanatismo climático", ha prometido. Su alternativa pasa por más árboles, más parques y más ayudas para la compra de vehículos eficientes, pero "sin imponerlo, sin restricciones, sin obligatoriedad, sin imposiciones totalitarias".
Ante la baja natalidad en España, Ortega Smith ha reconocido la necesidad de mano de obra extranjera, pero ha matizado el modelo. "Bienvenida sea la inmigración. Si es que no tenemos ningún problema con la inmigración. Tenemos problema con la inmigración desordenada, masiva, ilegal", ha afirmado. Ha defendido un modelo de inmigración legal, con contrato de trabajo y respeto a las leyes, similar al que protagonizaron los españoles en Europa y América. "Los españoles no íbamos asaltando fronteras, íbamos con contrato de trabajo", ha concluido.
Finalmente, ha alertado sobre el "fraude en el empadronamiento", que ha descrito como "la falsa puerta por la que se cuela la inmigración ilegal" para exigir ayudas y servicios públicos. La visita, ha dicho, sirve para apoyar la "labor valiente" de los concejales de Vox en Soria, quienes, en su opinión, están "defendiendo en soledad y en solitario a los más necesitados" frente al consenso de socialistas y populares.
El concejal madrileño ha señalado que la mayoría de la población islámica "desprecian España, desprecian su unidad, desprecian su bandera", razones por las que los separatistas vascos y catalanes "los han acogido tan rápido". Algo que ahora "se les ha ido de las manos" con una población harta de "delincuencia en las calles y de saturación de los servicios públicos".
"Se han dado cuenta de que no iban a tener una Cataluña independiente, sino que iban a tener una sucursal de Arabia Saudí o de Irán", asegura. Critica que durante mucho tiempo estos partidos se han aprovechado de la situación "porque sabían que era una población que luego les iba a votar a ellos".
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