Clausurados los cursos universitarios de verano en el Burgo
La edición clausurada cumplía 27 años.
34 profesores y 70 alumnos toman parte en este ciclo estival con la implicación de diez universidades de todo el país.
Este viernes, pasado el mediodía, ha tenido lugar en el claustro del antiguo edificio de la Universidad de Santa Catalina, hoy Hotel Termal, el acto académico de clausura de la vigésimo séptima edición de los Cursos Universitario de Verano.
Unas didácticas estivales en las que han tomado parte 34 profesores de una decena de universidades, que son las cuatro titulares de los cursos, Valladolid, Pontificia de Salamanca, Cantabria y Salamanca, además de las de Burgos, León, Castilla-La Mancha, Pontificia de Comillas, y Autónoma y Complutense de Madrid.
Asimismo, las jornadas docentes han contado responsables de diversas entidades como el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Salamanca, el Hospital Universitario también de la ciudad charra, el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y el Instituto de Neurociencias de Castilla y León. A esta relación se suman así ejecutivos de prominentes empresas. Los cursos han tratado asuntos científicos, históricos, artísticos, filológicos y económicos y de comunicación. El total de alumnos matriculados en los cinco cursos ha sido de 70.
En la clausura han estado presentes el alcalde de El Burgo de Osma y presidente de la Diputación Provincial de Soria, Antonio Pardo; el rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel; el rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, Ángel Galindo; el director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja; el director de cursos de la Universidad de Cantabria, Manuel Estrada, y el director de los cursos, Jesús Alonso.
Como se recordará, el ciclo abrió sus puertas el 28 de julio con la lección inaugural 'Libertad religiosa, concepto y ejercicio a los XVII siglos del Edicto de Milán', pronunciada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela y en la que recalcó la necesidad de respetar la libertad religiosa, aludiendo a la persecución que sufren los cristianos en diversos lugares del mundo.