El colegio de Camaretas recibirá una inyección de 1,8M€ para ampliar las instalaciones

El director general de Política Educativa Escolar de la Junta de Castilla y León, Fernando Sánchez Pascuala, ha anunciado hoy en la Urbanización Camaretas de Golmayo que la ampliación del colegio de Educación Infantil y Primaria Gerardo Diego de Golmayo supondrá una inversión de 1,8 millones de euros, y estará finalizada en el curso 2018-2019. El director general ha avanzado que la licitación del proyecto de obra saldrá en abril, en una parcela donde se realizará la ampliación "un poco complicada, con varias pendientes".

Este colegio, que se ubica en la localidad con mayor repunte poblacional de Soria debido a su cercanía con la capital y la instalación de un centro comercial, contará con dos plantas, previsiblemente y una inversión de 1,8 millones de euros, según confirmó Sánchez, quien hoy giró visita al nuevo centro.

"Este año estará terminado el proyecto de obra y luego se sacará a concurso la obra", por lo que, añadió, "posiblemente el próximo curso será necesario poner una aula prefabricada más".

El colegio contará con dos líneas, es decir, dos aulas o clases por curso, una previsión que Educación realiza atendiendo a los últimos datos demográficos que indican que en los próximos años se producirá un descenso de la natalidad, y albergará más de medio millar de alumnos.

En caso de producirse un repunte de la población infantil, no se ampliaría este centro, si no que tendría que construirse otro en otra parcela, según el responsable de Educación, quien detalló que en la actualidad, el colegio Gerardo Diego de Golmayo cuenta con 270 alumnos y con la ampliación el centro albergará el doble.

Es por ello, que según Sánchez, "en estos años de crisis no se han dejado de construir centros de Infantil y Primaria, para evitar que los niños tengan que hacer rutas en autobús" y tengan su colegio en su lugar de residencia sin necesidad de desplazarse.

El director general de Política Educativa Escolar también se reunió con la Dirección del centro y con una representación de los padres de los alumnos para abordar la implantación de la línea fría en el comedor. Esta opción se descarta "si los padres no desean el cambio, de forma que seguirán con la cocina 'in situ'", por lo que, abogó por "no generar un problema donde no existe". Sánchez puntualizó que la implantación de la línea fría tiene que ver con centros "muy pequeños" que no tienen servicio de comedor.

En Castilla y León, la mitad de los colegios tienen línea fría, bien porque no tienen cocina o niños suficientes para tenerla, "lo que ha permitido que existan casi 500 comedores, cuando hasta hace muy poco había la mitad", destacó.

Desde 2008, "solo se han transformado tres comedores en línea fría", ha matizado Fernando Sánchez, y ha apostillado que la línea caliente se ha erradicado totalmente por riesgos sanitarios y "se ha planteado la línea fría en los colegios que han querido, también porque ofrece más variedad de menú".