Tierras Altas reivindica la trashumancia como una forma de vida con pasado y presente
El buen tiempo acompañó el desarrollo de los actos centrales de 'Somos Trashumantes' en Los Campos con la participación de vecinos de la zona y visitantes que no quisieron perderse la realización de oficios relacionados con las ovejas y la degustación gastronómica.
Varios centenares de personas disfrutaron de la recreación de los antiguos oficios que hicieron grande a la trashumancia, y que han tenido como referencia a la comarca soriana de Tierras Altas en la historia de España.
Para abrir la jornada, organizada en el pueblo de Los Campos los asistentes han presenciado el conteo de las ovejas.Antiguamente, los pastores se unían para conducir el ganado para defender mejor su camino en las cañadas y cuando llegaban a su destino realizaban esta operación para separar los rebaños de cada propietario.
Además, en Los Campos, los asistentes han presenciado el tradicional esquileo de las ovejas, han degustado las migas pastoriles,la paella, y han podido adquirir algunos de los productos alimenticios más típicos, actos del programa 'Somos Trashumantes', organizado por la Mancomunidad Tierras Altas de Soria.
Una pareja de 'miembros' de la Guardia Civil y una 'atrevida muchacha' han hecho reír y pasar un rato agradable a quienes se han dado cita en la localidad ubicada entre Oncala y Santa Cruz de Yangüas. Los actos han puesto el punto final al programa desarrollado estos días, y que incluyó la traída del rebaño de ovejas desde Soria.
La trashumancia, el movimiento estacional de ganado siguiendo las rutas regulares para explotar al máximo los pastos naturales a lo largo del año, ha marcado desde la antigüedad la forma de vida tradicional en Tierras Altas y ha dejada impresa su huella en el paisaje y en el paisanaje de los habitantes de esta comarca soriana.
La provincia de Soria llegó a tener 333.558 ovejas merinas en el siglo XVIII, según el Catastro del Marqués de la Ensenada, y estuvo a la cabeza en número de ganaderos trashumantes con 3.415.
Hoy, tras la desaparición de la Mesta y el abandono progresivo de la ganadería, la trashumancia ha quedado reducida reducido a escasos ganaderos en Tierras Altas.