En las últimas semanas se venían produciendo ataques al ganado en una granja de porcino, por lo que los agentes intensificaron la vigilancia que han dado con la muerte del cánido.
La patrulla de seguimiento de fauna de la Junta de Castilla y León abatía este lunes hoy un ejemplar de lobo ibérico, macho, de entre 6 y 7 años de edad, en el término municipal de Valdelosa, en Salamanca. En las últimas semanas se han producido ataques al ganado, concretamente concentradas en una granja de porcino, por lo que la Junta intensificó la vigilancia de la patrulla y extremó las medidas para evitar los daños a la ganadería por parte del lobo.
Esta medida de control estaba permitida por el Plan de Conservación y Gestión del Lobo y autorizada por la Dirección General del Medio Natural, ante los ataques que venían sufriendo algunas explotaciones ganaderas de la zona.
La decisión de eliminar un ejemplar se toma en el marco de las excepciones de la Directiva Hábitats y ante individuos que presentan una especial querencia al ganado doméstico, siendo estos los son responsables de la mayor parte de los ataques, por lo que su control disminuye de manera significativa el número de siniestros.
Esta actuación se realiza de manera excepcional y como complemento a las medidas que ya se vienen poniendo en práctica para compatibilizar la existencia de la especie al sur del Duero con la actividad ganadera, tales como la compensación de daños, la asistencia técnica a los ganaderos para la tramitación de las ayudas, la construcción de cercados móviles y fijos para el ganado y la entrega de perros mastines.
El censo regional del lobo en Castilla y León, elaborado entre 2012 y 2013 y publicado en marzo de 2015, acredita la presencia de manada e individuos en Salamanca, que en concreto es área de campeo potencial de 5 ó 6 manadas de lobo ibérico.
La Junta de Castilla y León aprobó en 2008 el Decreto por el que se puso en marcha el Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León, con una inversión de 5.765.000 euros para sus primeros diez años de vigencia y dos objetivos básicos: asegurar el mantenimiento de un estado de conservación favorable de la especie y minimizar el conflicto social.
En Castilla y León el lobo está sufriendo una expansión que ha supuesto un incremento de las densidades en los territorios ocupados y su aparición en comarcas en las que no estaba presente hace tiempo. En este momento, desde la Consejería se trabaja en la elaboración del censo de lobos en las reservas regionales de caza y al sur del Duero.
La Consejería de Fomento y Medio Ambiente, consciente de la singularidad de la especie, de los posibles conflictos y de los cambios que implica la modernización de las infraestructuras, ha realizado un importante esfuerzo de análisis y seguimiento que planteó la necesidad de elaborar un Plan de gestión para una población continua y en expansión que asegure su estado de conservación y minimice los conflictos.
El Decreto establece las medidas necesarias para garantizar el mantenimiento de una población de lobos estable, su viabilidad, su compatibilidad con la ganadería extensiva, así como el fomento de la investigación, del seguimiento, de la educación ambiental y la realización de un aprovechamiento de la especie (tanto a nivel turístico como cinegético).
Las medidas que la Junta de Castilla y León viene desarrollando son, entre otras, las siguientes:
Acciones para prevenir los daños: Entrega de perros guardianes (mastines) destinados a proteger las fincas ganaderas y vallados protectores.
Compensación de daños a la ganadería: La Consejería de Fomento y Medio Ambiente, anualmente, mediante Orden convoca ayudas para paliar los daños producidos en Castilla y León por lobos y perros asilvestrados al ganado vacuno, ovino, caprino y equino, y para compensar el lucro cesante y los daños indirectos originados por ataques de lobo a dicho ganado.
Por último, existen proyectos en diseño y en ejecución destinados a desarrollar medidas destinadas a la investigación y seguimiento de la especie.