El fin de semana ha estado repleto de actividades en la capital de lo más variopintas. Saraos de lo más variopinto desde actividades deportivas o solidarias a manifestaciones de toda índole. Los repasamos.
La gente que viene a vivir a Soria se sorprende de la gran vida que tiene la ciudad, “siempre hay algo que hacer” me decía una amiga leonesa que vivió aquí por unos meses. Sin caer en el tópico de “a Soria se va llorando y se vuelve llorando” es cierto que una vez el tiempo comienza a levantar las opciones que ofrece la ciudad y la provincia son numerosas. Este fin de semana ha sido un claro ejemplo de ello y es que entramos en esa parte del año que tanto nos gusta a los sorianos, los meses previos al verano en los que empieza a hacer bueno y comienza a oler a San Juan.
Pasear por el Collado el sábado por la mañana era pasear por una calle llena de vida. En Mariano Granados los miembros de la plataforma Soria Ya y la Hermandad de donantes de sangre en su vertiente más solidaria. Junto a ellos, en Herradores, la operación bocata y música andaluza. Paseaban también por el centro de Soria las peñas numantinas antes de su comida de hermandad en Los Pajaritos y por haber hubo hasta gigantes y cabezudos, los viejos eso sí, gracias a la asociación de vecinos del barrio de San Pedro.
En la tarde el protagonista fue el deporte, con el partido del Numancia – Lugo que congregó a más aficionados de lo normal (4.301 para ser exactos). Los de Arrasate están cuajando una gran campaña y eso se nota. Peor le fue al Rio Duero que no pudo hacer el imposible de remontar los playoff ante el todopoderoso Teruel. Pero no solo de deporte profesional vive Soria, el sábado Valonsadero acogió el Desafío UVA y por la mañana la ciudad vivió la primera competición de gimnasia rítmica con cerca de 250 jóvenes atletas.
Y por la noche de ese sábado… música y fiesta. Al menos dos charangas recorrían la ciudad con sendas dos despedidas de solteras y en la plaza de toros más de 500 jóvenes unían música y polvos de colores en el Spring Fest Soria (no te pierdas la fantástica galería de Sara Roncal).
Y la actividad tampoco relajó el domingo, el Collado acogía dos manifestaciones, una de cazadores y otra –la enésima- de pensionistas. Por la tarde la feria de abril del Calaverón daba su pistoletazo de salida mientras cientos de sorianos recorrían la ciudad buscando la mejor croqueta. Sin duda, Soria ha dado el pistoletazo de salida a una época del año en que las actividades se acumulan, disfrútenlo.