La jornada de este miércoles 3 de junio ha servido para los primeros entrenamientos en San Leonardo de Yagüe.
Desde este miércoles 3 de junio, la comarca de Pinares se engalana para celebrar la gran fiesta de la Orientación. Hasta este punto privilegiado de Soria han llegado más de 1.000 personas para participar, hasta el próximo 10 de julio, en el VII Trofeo Internacional de Orientación '5 days 2019'.
El colaborar de Soria Noticias, Roberto Vega, remite la crónica del primer día de entrenamientos que se desarrolló en la localidad de San Leonardo de Yagüe.
Entrenamiento San Leonardo de Yagüe
Comentaba con mi editor que no nos hacíamos una idea exacta del tamaño de este evento deportivo; de su web excelente; de la exitosa repercusión que tendría entre participantes y acompañantes (la mayoría de estos serán, también, orientadores participantes) de cara a la buena impresión que todo esto tuviera en la marca deportiva Soria construida desde la calidad.
Me voy a arriesgar narrando la pequeña pero propia experiencia. Por eso digo que hubo un antes de 2010 en esto de las carreras de orientación (en Soria principalmente) y un después. Me refiero a los avances que la herramienta tecnológica informática ha ido aportando a la cartografía y su tratamiento para satisfacer al deportista más exigente gestionando múltiples carreras organizadas siempre desde la excelencia.
Los olvidados pero iniciáticos tiempos del Olmo Viejo-O con sus mapitas (alguno me enseñaron Vicente y Alberto) desde medianos de los años noventa dieron paso al influyente club Navaleno-O con Jesús de Miguel Rey rodeado de un equipo que nunca es suficiente pero siempre fiel.
Acabo de realizar el primer entrenamiento. He vuelto del Pinar con un reto de 6,3 km. para 22 controles. He intentado encontrar el alma latiente de estos Pinares Soria. Se estaba poniendo de tormenta. El monte estaba muy seco, para mi gusto. Mucho insecto. Se oían labores de tala por algún lugar de este inmenso paraíso verde. Alguna paisana jugaba a las cartas, algunos chavales rivalizaban con la chicharra y algún otro escaso canto. Tres coches aparcados a la sombra por el merendero y dos jóvenes orientadoras se entretenían hablando de vaguadas…
Entrenamiento exigente para quien no tiene habituados ni su físico ni su mente. Y dejo dos recomendaciones: la concentración en las particularidades del terreno y en la agujita de la brújula han de ser máximas; entre tanta vegetación e irregularidades del terreno el cerebro debe procesar rápido las vaguadas, las rocas y las distancias, reaccionando rápido pero con serenidad cuando te has desviado. El otro asunto capital que puede desgastar al orientador es no interpretar los verdes o no saber atacarlos certeramente a la primera.