La UVa propone métodos tradicionales para construir diques de tierra integrados en el paisaje para el control de sedimentos.
Desde hace más de siglo y medio se emplean dos soluciones para el problema de la erosión en los terrenos. La primera de ellas, es la repoblación vegetal para recuperar los bosques. La segunda, la construcción de diques forestales con hormigón, piedra o gaviones que cortan flujos torrenciales en cárcavas y barrancos. Sin embargo, estas estructuras quedan de manera permanente, lo que causa un impacto paisajístico. La Universidad de Valladolid (UVa) ha planteado de manera experimental una nueva solución: usar técnicas clásicas de construcción en tierra para restaurar barrancos dañados por la erosión.
Esta tipología de presas basadas en técnicas constructivas con tierra tradicionales no ha sido usada nunca para la restauración de barrancos ni cárcavas. Encontramos presas de tierra, por ejemplo, en el río Arlanzón (Burgos), pero nunca con el objetivo propuesto en este estudio: una estructura resistente e impermeable que consiga estabilizar las zonas erosionadas por torrentes o escorrentías y capturar los sedimentos que irían directamente a los ríos. Además, los investigadores del Departamento de Ingeniería Agrícola y Forestal de la UVa pretenden “recuperar los terrenos degradados en zonas no muy torrenciales basándonos en una técnica tradicional de construcción en tierra, como es el muro tapial", resalta Joaquín Navarro, investigador principal del estudio. “Castilla y León es un sitio ideal para utilizar esta estrategia", concluye.
Una de las innovaciones principales que propone la investigación publicada recientemente en la revista científica Science of the Total Enviroment es la sustitución del núcleo de arcilla compacto que normalmente compone estas presas, por un muro tapial. El muro tapial es una construcción tradicional de tierra empleada en todo el mundo. Es una barrera de tierra realizado con una técnica similar al adobe que se ha usado tradicionalmente en el Magreb, Egipto y también en Castilla y León. Con esta técnica, se rescatan estrategias de construcción tradicional en tierra, se trabaja con materiales de la zona y se reduce el volumen de la obra, es decir, se consigue estabilizar la estructura usando menos tierra. El grupo de investigación pertenece a la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia y en este trabajo colabora con la compañía Obras con Calma, una empresa especializada en la construcción tradicional en tierra, emplazada en Amayuelas (Palencia).
El dique de tierra tiene grandes ventajas frente a los de hormigón y piedra que vienen usando hasta ahora. La primera de ellas es que la presa queda completamente integrada en el paisaje, por medio de un paramento aguas abajo revegetable. La segunda es que se puede construir fácilmente con los materiales propios de la zona donde se localiza. Por último, el resultado es una parcela completamente restaurada y cubierta de vegetación, que además de retener sedimentos actúa como sumidero de CO2. No en vano, la parte visible de la presa se cubre con tierra vegetable sembrada para conseguir una presa verde. En concluisión, con estas presas o diques se consigue una estabilización del barranco mucho más integrada y respetuosa con el paisaje, además de actuar en la regulación del clima y la protección de la calidad de las aguas.
En este momento, el precio de estas construcciones es elevado. No precisamente porque los materiales empleados sean caros, sino porque la aparición de nuevos métodos constructivos ha hecho que los tradicionales se releguen a un segundo plano. Por lo tanto, el conocimiento que existía sobre estas técnicas se ha ido perdiendo con el paso del tiempo y su abandono. En la actualidad, el precio de la construcción tradicional se eleva con respecto al del hormigón ya que se necesitan especialistas que asesoren sobre su empleo. “Si se recupera y desarrolla su mercado, el precio de la obra va a disminuir rápidamente", asegura Navarro. Es por eso que, en otras zonas del mundo, donde estas técnicas se siguen empleando, el precio de la obra es mucho más bajo que en España.
Por el momento, los investigadores de la UVa en colaboración con la Universidad Católica de Ávila, solo han podido llevar a cabo el diseño, los cálculos y las comprobaciones de seguridad. A la espera de patrocinadores que financien su proyecto, siguen probando su propuesta en pequeños prototipos. Este estudio fue galardonado el año pasado con el premio Ruiz de la Torre concedido por el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, a mejor Trabajo Fin de Máster de España, presentado por Sergio Galicia.
Viajar por España y observar zonas desérticas donde abundan cárcavas, argallos y barrancos es muy habitual. Estos lugares sufren gran erosión debido a la histórica sobreexplotación de la superficie y desaparición de bosques, grandes retenedores de torrentes y escorrentías que sin ellos desgastan el terreno. La construcción de diques de retención con hormigón o piedra han sido empleadas como la opción más eficaz en zonas como los Pirineos, Levante o las cuencas del río Corneja (Ávila) y Carrión (Palencia).