La ermita de San Saturio, el Cañón del Río Lobos, la Laguna Negra… si vienes a la provincia entre octubre y diciembre, aquí te dejamos ocho rincones que no puedes perderte.
La atmosfera amarilla y marrón, el crujir de las hojas, el olor a castañas asadas… el otoño ha llegado a Soria y los autóctonos sabemos qué puntos de la provincia se visten de gala en esta época para brillar como nunca. Si vienes a Soria entre los meses de octubre y diciembre y no sabes qué visitar, aquí te dejamos ocho rincones mágicos de la provincia que no puedes perderte en esta época del año.
Si aún no conocías San Saturio, ha llegado el momento. Esta ermita lleva el nombre del patrón de la capital. El emplazamiento, tal y como lo conocemos, se construyó en el Siglo XVII, en el roquedal que lame el Duero y es uno de los reclamos turísticos más queridos en la provincia.
“Donde Almanzor perdió el tambor”. Entrar en Calatañazor es viajar en el tiempo hacia la época de los feudos, las novelas de caballería y los títulos nobiliarios. La ermita de Nuestra Señora de la Soledad, el Castillo medieval o la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, son algunos de los sitios que no puedes dejar de lado si vas a este mágico municipio.
Otoño es la mejor época para visitar el Cañón del Río Lobos. No tenemos pruebas, pero tampoco dudas. Se trata de un paseo muy llano y sencillo de recorrer; flanqueado por sabinares, pinos y chopos. La ermita de San Bartolomé, los nenúfares, la cueva de la Galiana… Todo lo que hay en este emplazamiento vertical y de piedra caliza, grita: “ven a verme”.
Fuente: Turismo Soria
Una de las maravillas románicas de la provincia. Conformado por 44 arcos enlazados entre sí, el Monasterio de San juan de Duero fue levantado en la primera mitad del Siglo XII a orillas del río, y se mantuvo habitado por la Orden militar de los hospitalarios de San Juan de Jerusalén o caballeros sanjuanistas, hasta el Siglo XVII.
El escenario de ‘La tierra de Alvargonzález’, de Antonio Machado, es de obligada visita en época otoñal por su diversidad de flora y su paisaje. Se trata de una laguna de origen glacial, situada en la sierra de los Picos de Urbión, en el municipio de Vinuesa. Es, sin duda, uno de los destinos imperdibles, en caso de que solo vengas a Soria un fin de semana.
Fuente: Viajando por Soria
Otoño y Soria, la ocasión perfecta para visitar el Monte de las Ánimas. Cuenta la leyenda de Bécquer que un joven llamado Alonso subió al monte para intentar complacer a su prima, de la que estaba enamorado, la noche de los difuntos. Para evitar spoilers: las consecuencias fueron espantosas. Sin embargo, por la vista panorámica de la ciudad que ofrece el monte, merece la pena lidiar con los espíritus.
En esta época del año, el suelo de la Alameda de Cervantes se torna amarillo, marrón y naranja. Y, además, cruje. La Dehesa es el jardín por excelencia de Soria. En él conviven cientos de especies de vegetación, por lo que se le considera el pulmón verde del casco urbano. No hay que perderse este emplazamiento en ninguna época del año pero para este diario otoño es, sin duda, la mejor época.
Robles, especies de ribera... Una ruta por la Sierra Cebollera puede ser un paseo mágico en esta época del año. Las hayas y los robles de la ladera adquieren todo el protagoniso del emplazamiento. Un paseo de estas características no puede faltar en ningún otoño que se precie.