El minibus ya tiene maletero, así pues los viajeros no deben realizar el trayecto con los bultos entre las piernas. Aún así, los usuarios denuncian las condiciones "deplorables" del servicio.
Hace más dos meses nos hacíamos eco en este periódico de la indecencia que suponía el servicio de autobuses entre Soria y Valladolid ofrecido por Linecar merced a una concesión pública. Hace una semana, una usuaria nos remitía su queja: las condiciones para los pasajeros eran igual o peores. Viajar a la capital de la comunidad, un recorrido que por motivos obvios hacen muchas personas semanalmente, continúa siendo una odisea.
La misma usuaria, que se ve obligada a realizar este trayecto de forma regular, denuncia que "todo va a peor". El tono de su mensaje crece de manera exponencial. El cabreo va en aumento porque no entiende "la forma de tratar a los pasajeros" y menos en los tiempos que corren.
Esta usuaria denuncia que la Guardia Civil, acompañada por una persona que "parecía un inspector" ha parado el vehículo para "al parecer, pedir al conductor la lista de pasajeros". Algo de lo que no disponía el conductor del autobús pues, como señala la usuaria del servicio, "no disponen de taquilla ni venta online de billetes" por lo que el registro de viajeros no puede hacerse de manera automática. La usuaria reconoce que "no debería ser el autobusero quien apunte a mano" datos personales de los viajeros pero insiste en que "en estos tiempos debería disponerse de esos datos" por temas obvios derivados de la pandemia.
"No sé cómo no se os cae la cara de vergüenza", afirma contundente esta usuaria que, además, afirma que sus maletas llegaron a destino "completamente mojadas porque entra agua en el maletero". Por ello, no duda en afirmar que elevará sus quejas al Ayuntamiento de Soria y a Consumo.
Los usuarios de los autobuses de Soria a Valladolid están cansados del deplorable servicio que se ofrece por parte de Linecar y solicitan a las administraciones públicas que tomen cartas en el asunto.