La relajación de las restricciones y la situación epidemiológica permitirían a Soria celebrar buena parte del programa de sus fiestas patronales tal y como sucede en la mayoría de ciudades de nuestro entorno.
Grupos de falleras recorriendo el centro de Valencia. Conciertos de artistas de primer nivel en la plaza mayor de Valladolid y en el campo de fútbol de Salamanca. Coches de choque, tómbolas y puestos de comida en la Feria de Mérida. Toros en Albacete y Gaiteros paseando por las calles de Lugo. Todas esas imágenes las hemos podido ver en las últimas semanas en distintos rincones de España.
Fuegos artificiales en las noches de Getafe, pelota mano en Logroño o 20.000 oferentes de flores a la Virgen del Pilar en Zaragoza. Esas son imágenes que podremos ver en los próximos días en localidades muy cercanas a Soria. Y mientras, en la capital del Duero, las fiestas de su patrón están completamente suspendidas a 2 semanas vista. Haga frío o calor el 2 de octubre, San Saturio desde casa, otra vez.
El alcalde de Soria, Carlos Martínez, ya anunciaba el pasado 3 de septiembre, a un mes vista, la suspensión de las fiestas de San Saturio. Será la cuarta vez consecutiva (2 por San Juan y 2 por San Saturio) que la ciudad suspende sus fiestas. El Ayuntamiento apuntaba que habría misa solemne el día 2 y nada más. “Mandar un mensaje rotundo de no celebración”, pedía Mínguez.
Y es que el Ayuntamiento de Soria se ha mostrado siempre muy cauto a la hora de programar eventos vinculados a fechas festivas. Tal y como ocurrió en San Juan, ha desligado del 2 de octubre actos que bien podrían enmarcarse en un programa de San Saturio de 'transición', como son algunos conciertos de la Banda o la corrida de los Miura del próximo sábado 25.
Sí se han mantenido otros programas culturales, el Enclave del Agua o el Soria Rock por ejemplo, adaptándose a las situaciones, y también está anunciada la celebración del Festival de las Ánimas. Pero de San Saturio, nada de nada, oficialmente suspendidas. Tampoco se sabe nada de la programación deportiva que siempre rodea la fecha con eventos tan clásicos y queridos por los sorianos como la pesca, la pelota mano o la subida al Castillo.
Sin duda, cuestionar un mensaje que pregona la prudencia y la protección de la salud pública siempre es controvertido, pero hay argumentos para hacerlo. Lo que sucede en la práctica totalidad de todas las ciudades de nuestro entorno es uno de ellos. Que Castilla y León esté desde esta semana en nivel 1 y que, previsiblemente, las restricciones se vayan a relajar aún más de aquí al 2 de octubre, otro.
Los datos Covid también acompañan. Solo hay 2 pacientes Covid en el Hospital de Santa Bárbara, los contagios están en mínimos y cerca del 80% de la población total (incluyendo a los menores que no se vacunan) tienen ya las 2 dosis de la vacuna. A estos argumentos se podrían sumar otros como la necesidad psicológica de ver ciertos avances y recuperar la normalidad, o el dinamismo económico que supondrían para la economía soriana.
Repasando el programa de otros años es evidente que hay muchos eventos que se podrían celebrar en la actual situación y con todas las medidas de seguridad. Desde conciertos con control de aforo a los fuegos artificiales e, incluso, la traca en honor al patrón. También podrían tener lugar teatros infantiles, eventos taurinos en la plaza de toros, montar un pequeño recinto ferial en Los Pajaritos (como el de San Juan) o el tradicional concierto de pasodobles taurinos de la Banda. Del mismo modo se podrían desarrollar los festivales de música y danza tradicional, la subida al Castillo, las veladas de pelota o incluso el encuentro de encajeras de bolillos con las medidas pertinentes.
No parece que sea el caso. Tocará irse a Logroño a ver la Pelota, a Albacete a ver los Toros, a Valladolid a ver los conciertos, a Getafe para disfrutar de los fuegos artificiales y a Mérida para montar en los coches de choque…