El artista impartió cursos para adultos principiantes dejando su impronta en la Ribera soriana.
Con motivo del aniversario de su fallecimiento del pintor Ángel Molinero Escribano, sus familiares y amigos realizarán un homenaje en su Olmillos natal. El acto es este sábado 10 a las 19:00 h en el centro social de la localidad perteneciente a San Esteban de Gormaz. A partir de esa jornada, durante todo agosto, quedará abierta la exposición pictórica de sus obras y de toda una vida dedicada al arte.
La pintura hace ver, sentir, oler, escuchar… en definitiva despierta los sentidos de una forma diferente, porque hacer ver a través de otros ojos y permite apreciar los pequeños detalles o lugares que pasan desapercibidos en el día a día. Ángel Molinero fue un pintor cuyas obras han dejado una huella imborrable a lo largo del tiempo. Supo capturar a través de su pasión la naturaleza de su Olmillos natal, los campos de Atauta o los montes de Piquera, entre otros. Fue capaz de crear un mirador imaginario sobre el que poder apreciar los paisajes de su terruño.
El homenajeado era más que un pintor: también fue maestro. Con la intención de crear escuela, impartió cursos de pintura a todos aquellos adultos que buscaban perderse entre los lienzos y la pintura para olvidarse del ajetreo diario, así como a jóvenes que, con ilusión y ganas de aprender, cogían un pincel por primera vez. Su intención no era otra que transmitir su pasión a otros. Algo que sin duda logró.
Participó en numerosos concursos, entre los que quedó finalista y ganador del primer premio, como en el caso del Premio de Pintura Rápida en Medinaceli y el Premio de pintura 'Acor' en Valladolid. También realizó numerosas exposiciones individuales y colectivas en Barcelona, Soria Madrid, etc. Sin duda sus obras son laboriosas y detallistas, ejecutadas con una técnica extrema entre el realismo y el impresionismo y con la entrega total del pintor al paisaje, a su entorno castellano (Nicolás del Hierro).
Molinero ha dejado una huella imborrable. Está presente en muchos hogares, llenado de vida diferentes estancias con sus cuadros, los cuales destilan luz y color. A través de ellos, fue capaz de capturar la belleza de los lugares que el pintaba, a simple vista normales, y convertirlos en tesoros. Se han transformado en lugares mágicos en los que cualquiera puede perderse con tan solo mirarlos.