El conjunto rojillo completó el mejor partido de la temporada. Los sorianos generaron numerosas ocasiones desde el principio y no concedieron oportunidades a uno de los equipos más potentes del grupo. Dani Fernández se reivindicó con un gol y una asistencia.
El Numancia se despidió del 2024 en Los Pajaritos con el mejor partido de la temporada. Los de Aitor Calle recuperaron las sensaciones de las primeras jornadas y no dieron ninguna opción al Real Valladolid Promesas, uno de los conjuntos más potentes del grupo.
Los rojillos saltaron al césped con varias novedades en el once que funcionaron. Los numantinos tuvieron clara una concisa desde el pitido inicial: había que finalizar jugada. Claro ejemplo de esa premisa fue el primer intento de Alain Ribeiro desde el medio del campo.
Seguidamente, Dani Fernández puso por delante a los locales. El delantero aprovechó su titularidad, dando muestras que puede ser perfectamente el ariete titular de este equipo. No nos quedemos solo con el gol. Sus movimientos a la espalda de la zaga rival, su inteligencia para colocarse dentro del área y su velocidad le hacen ser un arma muy aprovechable para el conjunto numantino. Cualquier duda que existiera sobre su figura despareció ayer de un plumazo.
No obstante, ayer el fútbol también fue cruel con los rojillos. La escuadra pucelana hizo el empate en la única opción de la que gozó. Si algo se le puede reprochar ayer a los sorianos es su falta de contundencia en una acción que se fraguó en la frontal del área. Ahora, eso no les hizo venirse abajo como frente al Guijuelo.
El Numancia se mostró muy maduro y continúo con su guion de partido, avasallando a un Valladolid que sufrió de lo lindo en Los Pajaritos. Tras una recuperación en un centro del campo que estuvo espectacular -destacar las actuaciones de Cristian Delgado y David Sanz en la presión y a la hora de recuperar balones-, Dani Fernández se fue al ataque para ponerle un caramelito a Góngora.
Del extremo ecuatoriano poco más podemos decir. Es diferencial en esta categoría y ayer lo volvió a demostrar con su tanto. Antes del descanso, los de Calle estuvieron cerca de dejar visto para sentencia el choque, pero Bonilla falló un penalti.
El paso por vestuarios no cambio la dinámica de un partido que tuvo claros tintes rojillos. Toda la producción ofensiva de los pucelanos se resumió en un disparo que atrapo Kudakovskiy sin mayores problemas. Aquí quiero hacer otro inciso. Moustapha es un seguro de vida lo pongas donde lo pongas. Su solvencia para sacar el balón y su potencia en el juego aéreo le convierten en un as bajo la manga para el entrenador soriano.
A diferencia de otros partidos en los que los rojillos iban por delante y jugaban a que no pasara nada, estos siguieron pico y pala en busca de un tercero que acabaría llegando. De Frutos apareció en la zona que más daño hace y empujó al fondo de las redes una sentencia más que justa.
Los últimos minutos también dejaron la fantástica noticia de la recuperación de un Gexan que llevaba en el dique seco tres meses. Es fundamental que poco a poco se vaya vaciando una enfermería que ha sido un auténtico problema para el Numancia en este tramo de la competición. Con este resultado, el Numancia sigue a tres puntos de un Pontevedra que sufrió para sacar adelante su encuentro frente a la Gimnástica Torrelavega. Hay que seguir trabajando porque nadie es invencible. Si el equipo mantiene el juego de ayer, tendrá muchas papeletas de lograr ese ascenso directo a final del curso.
Los Reyes Magos llegaron por adelantado a Soria y dieron a la afición numantina el mejor regalo posible con el partido más completo del curso ante un rival de los de arriba.