La cabalgata será el 5 de enero a las 19:00h desde el polideportivo de Los Pajaritos y finalizará en la plaza Mayor, lugar en el que adorarán al niño Jesús.
Quedan apenas tres días para que llegue la noche más mágica del año. Después de mucho esperarles, Sus Majestades los Reyes Magos volverán a recorrer las calles de Soria para que todos los niños y niñas puedan ir a saludarles personalmente antes de que acudan a sus casas para dejarles todos los regalos que han pedido en sus cartas. Además, Melchor, con el oro, Gaspar, con el incienso, y Baltasar, con la mirra, irán a adorar al niño Jesús al portal de Belén ubicado en la plaza Mayor, lugar en el que finalizarán su recorrido.
Este año la cabalgata, que comenzará, el 5 de enero, a las 19:00h, desde Los Pajaritos, contará con 100 figurantes, según ha confirmado la concejala Teresa Valdenegro, quienes serán los encargados de lanzar los casi 3.000 kilos de caramelos que se han preparado.
En total seis carrozas, más la asociación de vecinos de El Calaverón, y Soria Patín, así como otros grupos, todavía pendientes de confirmar, desfilarán por las calles de la capital llenando de luz y música la ciudad.
El centenar de participantes, excepto los Reyes Magos, quienes visten unos trajes que fueron confeccionados hace cerca de 80 años por una casa de moda madrileña, irán vestidos con los trajes que hace 25 años confeccionó Saldos Muñoz.
Los preparativos para que todo esté listo de cara a esta mágica noche comienza bien pronto por la mañana. “A las 10:00h llevamos los aproximadamente 160 trajes al polideportivo de Los Pajaritos y dejamos todo preparado para la tarde”, cuentan. Es a las 17:00h cuando las personas que van a desfilar se reúnen para vestirse y se les divide en tres grupos: Reyes Magos, personas que desfilan a pie y gente que sube a las carrozas. En ese momento es cuando conocen a las personas, que pueden ser de todas las edades, y empieza el reparto de los trajes según su talla, un trabajo que realizan completamente a ciegas, ya que “hay años que la gente no es muy alta y tenemos que poner imperdibles para entallar la ropa y otros en los que las personas son grandes y tenemos que adecuarlo”, cuentan entre risas.
Asimismo, también realizan el reparto entre los grupos que procesionan, entre los que están los romanos, egipcios y palestinos. Luego también están los de las carrozas que hay personajes de cuentos o pajes reales, entre otras figuras fantasiosas “para que quede colorida y bonita”. Y, por último, se encuentran los caballistas, a los que hay que vestir de uno de los tres colores: negro, rojo o de varios colores, por partida doble, tanto a la persona como a los caballos.
Una vez finaliza la cabalgata, llega el momento, quizá, más tedioso, pues se amontonan todos los trajes para, posteriormente, revisar “uno a uno cuáles hay que coser, quitar imperdibles o arreglar porque se han quemado con las antorchas”, para después “llevarlos todos a lavar y dejarlos listos hasta el próximo año”. Saldos Muñoz se encarga de custodiar estos trajes durante todo el año en una habitación de 20 metros cuadrados, hasta el próximo 5 de enero, momento en el que los preparativos de la noche más mágica del año vuelven a comenzar.