Asden asegura que este era uno de los árboles "más valiosos del parque".
La asociación ecologista Asden ha hecho público un comunicado mediante el que denuncian que "el Ayuntamiento ha incumplido el PGOU y sus propias palabras de tener cuidado con el arbolado", pues critirican que "se ha eliminado innecesariamente varios árboles sanos y se ha dañado a otros por no adoptar medidas de protección".
El primer día del año, los ecologistas detectaron además que el Consistorio "ha cortado el ejemplar de secuoya (Sequoiadendron giganteum) que crecía a la entrada del parque de El Castillo"; una de las pocas secuoyas que había en la ciudad de Soria. Uno de los árboles "emblemáticos" de este espacio verde de la ciudad, con unos 70 años y casi 20 metros de altura. Afean, a mayores, que "la eliminación del árbol ha sido meticulosa, ya que no queda ni rastro de su tocón".
Por ello, no dudan en asegurar, y "así lo hemos documentado", que "las obras de reconstrucción de la Muralla han sido la causa de su muerte". Asden añade al comunicado que "en la primavera del año 2022, previamente a las obras, el árbol presentaba un aspecto vigoroso; con el inicio de las obras, donde no se adoptó ningúna medida de planificación ni de protección para prevenir y evitar daños a los árboles, se tapó su tronco con tierra en una altura de 3 metros sin que el director del proyecto, ni el de obras ni ningún técnico o político del ayuntamiento hiciera nada por evitarlo o remediarlo en sus inicios. Posteriormente, la tierra la retiraron con maquinaria generando grandes heridas a su tronco y a la capa del suelo de su cepellón".
Continúan señalando que "ante las críticas de los ecologistas y vecinos, y una vez realizado el daño, pretendieron esconderlo con lo que era una aparente protección hecha una tela de rafia y tablas, la cual deberían haberla puesto con antelación al inicio de las obras, si es que hubiera habido algún interés por cuidar el arbolado anexo a las obras. El daño ya estaba hecho y la secuoya empezó a presentar signos de decaimiento, de tal manera que en el verano de 2024 las hojas se le empezaron a caer, lo cual ya indicaba que no había posibilidad de rebrotar y reverdecer".
Desde antes del inicio de la obras en el año 2022, la asociación ASDEN ya indicó al Ayuntamiento y a la sociedad soriana que las obras en la Muralla en el Castillo, y en otros lugares de la ciudad, deberían respetar el arbolado y adoptar medidas de protección para que no sufrieran daños o heridas. Medidas que se aplican en cualquier otra ciudad, y que en Soria es una obligación porque lo establece el Plan General de Ordenación Urbana de Soria (PGOU). Ante tales críticas, el Ayuntamiento convocó en mayo de 2022 el Consejo Municipal de Medioambiente. Al respecto el alcalde de Soria afirmó: “Veintiocho árboles se verán afectados por las obras para rehabilitar la muralla del castillo, según ha concretado este viernes el alcalde de la ciudad, Carlos Martínez.” como reflejaron varios medios de comunicación.
Para la asociación ASDEN, el desarrollo de las obras ha demostrado que el proyecto se ha realizado "con total desprecio hacia el arbolado: se han cortado árboles que no molestaban a la muralla ni a las obras, se ha producido grandes heridas a numerosos árboles que se podrían haber evitado con el uso de maquinaria de menor tamaño y poniendo protecciones a los árboles. Se han cortado muchos más de 28 árboles, dentro de los cuales están la secuoya secada y dos cedros de grandes dimensiones que estaban a su lado".
Estas talas, muertes y daños fueron comunicados por ASDEN al Ayuntamiento de forma oficial para que abriera un expediente sancionador de acuerdo a lo establecido en el PGOU. Después de varios meses todavía no ha contestado, como es costumbre.
La eliminación de esta secuoya no es un caso aislado, es un ejemplo "relevante de la política del Ayuntamiento respecto al arbolado urbano y zonas verdes, que se ha repetido con la corta de los álamos en las avenidas de Eduardo Saavedra y de Valladolid y los daños por las obras en las vías públicas y parques".
Frente a esta realidad, concluye Asden, "el Ayuntamiento publicita su proyecto BRERA para gastar una gran cantidad de dinero público en plantar árboles y renaturalizar la ciudad; renaturalización que debería tener como objetivo conservar y cuidar el legado verde que se ha conseguido durante generaciones. Los árboles grandes y viejos son los que ahora nos producen beneficios como son sombra, ambiente fresco, depuración del aire, etc que los árboles recién plantados no lograrán hasta dentro de 40 años".