El mercado municipal cierra un nuevo ciclo de indumentaria tradicional donde la peluquería femenina protagoniza la última jornada.
"Estamos hablando del siglo XIX, por lo que debemos olvidarnos de colores morados, azules o rojos en el pelo". Así, con estas palabras, comenzaba Ana Flores a desarrollar el taller que el mercado municipal de Soria acogía para un taller didáctico sobre el tocado que acompaña la indumentaria tradicional, muy prodigada en la ciudad durante el Domingo de Calderas de las fiestas de San Juan.
La cita, pasado el mediodía hoy domingo, llenaba la sala 3 de Cines Mercado con más de medio centenar de asistentes, que no han querido perderse los detalles para conformar un moño, bien de rosco o bien de picaporte, para lucir un semblante acorde con el día de más glamour de los sanjuanes, o, en su caso, en otras celebraciones de gala.
La ponente, que pertenece a la asociación burgalesa 'Con las alforjas al hombro' ha desgranado los secretos y la práctica con los que conseguir ambas opciones. La primera de ellas "más fácil" ya que solo requiere una persona para realizarla, incluso la propia fémina que la lucirá. Un moño que, al igual que el otro, "debe de acompañar a la indumentaria", si bien es más sencillo. El buen estado del cabello, sobre todo en lo que su salud y limpieza son igualmente necesarios para elaboración elaboración, evidentemente.
El moño denominado necesita más tiempo, y es asociado a eventos festivos de importancia, según indica Flores, que insiste en el trenzado, que se hace posible, al menos, cuatro manos para ser conformado. Y, también, cabellos largos, "aunque las jóvenes de ahora se los dejan casi hasta la cintura, por lo que no requieren extensiones ni postizos".
Detalle. La raya que divide en dos el cabello, era aplicada precisamente en el centro de la superficie craneal hasta la mitad del XIX si bien después fue desplazándose hacia un lado, con lo que el surco es válido para ambos casos.
El tono del pelo, siempre de color natural, no tiene por qué desmerecer el moño en cuestión. "Antes los moños se peinaban incluso con canas", ha recordado, indicando eso sí, que existen trucos, centenarios también, para dar mayor volumen con un relleno que debe de ser ocultado convenientemente.
El taller de hoy ha sido uno de los tres con los que las jornadas de la presente edición del Mercado Tradicional del Vestido Popular se ha celebrado en las instalaciones municipales de la plaza Bernardo Robles. El primero fue el de hilado de lana con tabladilla y el segundo la colocación de paños y mantones.
Según ha referido Enrique Borobio, uno de los mayores expertos sorianos en la indumentaria de antaño, la edición de este año ha sido retrasada a enero con el fin acercarla a la fiestas de San Juan en la ciudad, toda vez que ya se conoce el nombre de los jurados de cuadrilla. La cita está organizada, como es habitual, por el Grupo de Danzas Sorianas y durante todo el fin de semana diversos comerciantes especializados han expuesto su género en la planta superior del edificio.
Allí se han podido encontrar con multitud de artículos para la vestimenta popular que en Soria es difícil encontrar, como mantones, bordados, paños, bisutería, paños de lana, tejidos estampados de algodón y calzado, por ejemplo.