El equipo no dio la talla el pasado sábado ante el colista, completando un mal partido, independientemente de las ocasiones. No obstante, el fútbol ha dado otra oportunidad a los de Aitor Calle con la derrota del Pontevedra ante el Real Avilés. Sin tiempo para lamerse las heridas, el equipo tiene que sacar su mejor versión este miércoles para ganar uno de los partidos más importantes de los últimos años.
El Numancia completó este sábado un muy mal partido ante el Laredo, colista de la competición y equipo que ha sido incapaz de ganar a domicilio un encuentro durante esta temporada. Los rojillos gozaron de las oportunidades más claras, fruto de arreones, más que de juego, ante un rival que apenas pasó del medio del campo y que no puso en ningún apuro a Kudakovskiy.
El choque comenzó con un conjunto rojillo activo en ataque que estuvo a punto de adelantarse en el marcador con el doble palo de Jony y de Asier Grande. Sin embargo, eso sería un espejismo de lo que ocurriría después. Los numantinos abusaron del juego directo, dando numerosos pases largos que no llegaban a ningún sitio. En ese sentido, se notó la falta de Alain Ribeiro, jugador que baja muchísimos balones. Sin embargo, no vale de excusa, ya que se tiene que buscar otra cosa ante un contrincante de estas características.
El combinado soriano debe proponer más ante rivales de la zona baja. Uno de los debes del equipo esta campaña es la falta de fútbol frente a este tipo de escuadras a las que le cuesta un montón vencer. A lo largo de esa primera mitad, los sorianos también llevaron a cabo numerosos centros laterales estériles.
Tras el paso por vestuarios, los numantinos salieron con una marcha más, generando más peligro. Aunque el fútbol seguía faltando, los de Aitor Calle crearon más ocasiones en unos segundos 45 minutos en los que se volvieron a chocar dos veces en la madera con los disparos de Góngora y Godson. El primero de ellos no tuvo su tarde y es esencial que vuelva al nivel al que nos tiene acostumbrados. Últimamente está pecando de individualista, pero es innegable la calidad y el desborde que tiene. Por sus botas pasan muchas de las opciones de ascenso directo del Numancia.
Por su parte, Godson es una de las buenas noticias que nos está dejando el club esta temporada. A sus 17 años, es uno de los activos más importantes de la entidad, pasando del juvenil al primer equipo en apenas unos meses. En sus escasos minutos ante el Laredo, demostró ser muy inteligente, dejando a dos rivales tirados y estando muy cerca de hacer el gol de la victoria. Si sigue en esta dinámica, va a ser una pieza muy importante y podría tener minutos en Pontevedra.
Hablando de Pontevedra. La final de las finales. A pesar de que tras ese encuentro todavía quedarán siete más, el que gane en Pasarón saldrá muy reforzado en todos los sentidos después de un tramo de competición en el que ambos están tropezando bastante. De cara a ese choque, mi confianza en el equipo está intacta. El combinado de Aitor Calle ha demostrado que se crece ante las adversidades y en los campos más complicados de la categoría. Véase lo que sucedió frente al Real Avilés o al Fabril.
Creo que el cuadro de Aitor Calle va a realizar un buen partido y que está más que capacitado para asaltar el feudo gallego. Para ello, será fundamental que volvamos a ver un conjunto atrevido en ataque y solvente en defensa. Si se consigue todo ello, el Numancia estará más cerca de regresar a un liderato del que ahora mismo lo distancia un punto.
Junto a ellos, estará presente medio centenar de aficionados que harán un gran esfuerzo para desplazarse con el equipo un miércoles laboral. Solo por la fe de todos ellos, el equipo debe salir a morder desde el primer minuto para dar un golpe encima de la mesa y para dejar atrás cualquier fantasma del pasado. No hay más. Ha llegado el momento y el Numancia tiene que demostrar todo su potencial si quiere estar al año que viene en Primera RFEF.