El equipo superó a la Gimnástica Segoviana gracias a un gol de Jony en el tiempo de añadido. Los sorianos se mostraron cómodos con el balón, pero tuvieron dificultades para finalizar jugadas. Tras este triunfo, es fundamental empezar a sumar de a tres fuera de casa el próximo fin de semana.
El Numancia respiró ayer a última hora de la tarde tras vencer por 1-0 a la Gimnástica Segoviana. Después de un partido muy irregular, los de Abel Segovia derrotaron a uno de los rivales llamados a estar arriba en la clasificación gracias a un gol de Jony en el tiempo de descuento.
El equipo salió al terreno de juego con el objetivo de ser amo y señor del esférico a través de posesiones largas. Los primeros minutos fueron buenos, dominando al rival, aunque sin generar excesivo peligro. Durante esos instantes, los jugadores más incisivos de los rojillos fueron Marcos Sánchez y Héctor Peña, a mi parecer dos de los mejores fichajes de Álex Huerta este verano. El lateral aportó mucha profundidad por banda, mientras que el atacante muestra en cada partido dotes de su enorme calidad.
A pesar de ese buen inicio, careció, al igual que en jornadas anteriores, de claridad en los metros finales. Es cierto que el combinado soriano domina los duelos, sobre todo en casa, pero también lo es que tiene muchas dificultades para finalizar jugada ya sea con disparos o con pases filtrados. En ese aspecto, es fundamental que los hombres de tres cuartos entren en juego para poder desatascar partidos complicados con equipos que se cierran atrás -ayer no fue el caso, pero suele ser la tónica dominante de numerosos combinados que se desplazan hasta Soria-.
Por su parte, la Gimnástica Segoviana puso en liza el juego “rock and roll” que tanto predica un Iñaki Bea que volvió a hacer de las suyas en su vuelta a Los Pajaritos 3 años más tarde. Los segovianos buscaron un partido de ida y vuelta, sobre todo en los últimos minutos, aunque sin generar excesivo peligro en la meta de un Joel Jiménez que se llevó varios pitos por su mala salida del balón. Desde mi punto de vista, hay que tener paciencia con el arquero, ya que hace lo que le pide el míster que es sacar el balón jugado desde atrás. Igual la solución es buscar otra alternativa, no exponiendo al meta en esa faceta.
Antes de finalizar con el análisis de los primeros 45 minutos, no me quiero olvidar de Jony. El ariete ha empezado el curso a un gran nivel. A parte de lograr goles, es capaz de atraer a los defensas contrarios, generando huecos que deben empezar a aprovechar el resto de jugadores del ataque numantino.
Con una ocasión del 9, se llegó al descanso. Tras el paso por vestuarios, el partido entro en punto muerto. Durante 20 minutos apenas pasaron cosas para desesperación de todos los presentes. Sin embargo, los movimientos en ambos banquillos provocaron que el partido se rompiese con la entrada de futbolistas como Álex Gil. El extremo fue un hombre muy importante, aportando a la escuadra local desborde y profundidad cuando más lo necesitaba.
En ese contexto de ida y vuelta, cualquiera de los contendientes pudo llevarse la victoria, dado que existían muchos huecos en las zagas de los dos equipos. Tras un importante susto en el área numantina, Álex Gil se fue por banda derecha para poner un centro perfecto al corazón del área que cabeceó al fondo de las mallas Jony.
Este remate dio una bocanada de aire a un equipo que tiene todavía mucho trabajo por delante. Tras demostrar que es capaz de sacar adelante los partidos en casa, es necesario dar un golpe encima de la mesa a domicilio el próximo fin de semana para empezar a posicionarse en los primeros puestos de una clasificación que todavía está muy igualada.
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