En Isabel Rebollo, en el barrio de San Pedro, las señales que marcan la prioridad de tráfico en la calle están dadas lavuelta. Las pegatinas de la parte trasera confirman las sospechas de los conductores más avezados.
El tráfico en algunas calles de Soria es complicado. Sobre todo, en barrios tradicionales como San Pedro o el Calaverón donde a las calles estrechas e intrincadas se suman las cuestas que lo dificultan todo. Calles con sentido único que obligan a dar grandes rodeos o, al contrario, calles estrechas con doble sentido donde más de una vez debes dar marcha atrás u orillarte en un vado.
Desde luego, no es sencillo. Es el caso de la calle Isabel Rebollo, en la falda del Castillo, cuyo tráfico ha cambiado varias veces en los últimos meses. La última modificación, más al gusto de los vecinos, convierte dicha calle en doble sentido, una eventualidad que se solventa relativamente fácil debido al poco tráfico y al espacio para escorarse.
El caso es que, como cualquier calle de doble sentido, debe tener una señalización que deje claras las prioridades según la regulación del tráfico. Recurrimos a las Normas y señales reguladoras de la circulación vial de la DGT. En las señales de prioridad tenemos las señales R5 y R6, las protagonistas de este artículo.

Estas dos señales son las que nos encontramos en esta calle soriana, en teoría dando prioridad al vehículo que entra en la calle frente al que busca salir de ella. Pero solo los ojos más avezados, los profesores de autoescuela o los mejores cuñados se darán cuenta de una cosa: ambas señales están del revés.
No se sabe si es porque se les ha querido dar una nueva interpretación, porque al poner del revés las señales indican justo lo contrario de lo que quieren representar. Con la peculiaridad de que esas señales no existen. La R5 es la contraria de la R6 y viceversa y no existe la señal cuadrada que niegue la prioridad o la redonda que la conceda.
No es fácil entenderlo y menos aún explicarlo (espero haberlo conseguido), pero sí es fácil contrastarlo. Basta con bajar del coche y ver la parte trasera de esas señales. Las pegatinas de las señales, con su fecha de caducidad (sí, la tienen), sus certificados de calidad y el logotipo de la empresa fabricante, la soriana Villar, confirman que ambas señales están dada la vuelta.
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