Junta y Red Eléctrica de España plantarán 49.000 árboles en la Sierra de Gata
Un ejemplar de encina.
La reforestación, en la provincia de Salamanca, servirá para la restauración de la vegetación en la mejora del medio natural y la fijación de CO2 de la atmósfera con seis especies autóctonas.
La recuperación de terrenos desarbolados constituye uno de los objetivos de la política forestal de la Junta de Castilla y León, mejorando la cubierta vegetal con un aprovechamiento racional y sostenible de los recursos, generando múltiples beneficios. Para lograr tal fin, el Gobierno regional colabora con otras entidades para que en los montes de utilidad pública se desarrollen actividades de plantación compatibles con los valores naturales del monte y sin que ello genere un cambio de uso del terreno.
A tal efecto, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y Red Eléctrica de España (REE) han firmado un convenio para la ejecución de 'El Bosque de Red Eléctrica' en la Sierra de Gata, en la provincia de Salamanca, cuyo objeto es la ejecución de un proyecto de restauración de la vegetación dirigido a la conservación y mejora del medio natural y a la fijación de CO2 de la atmósfera. Además, la creación de una cubierta vegetal contribuirá a restaurar un hábitat de especial relevancia, como es el Lugar de Interés Comunitario (LIC) 'El Rebollar', así como regular el régimen hidrológico, reducir la erosión del suelo y luchar contra el cambio climático al neutralizarse las emisiones de CO2 y generar un sumidero cuantificable en créditos de carbono.
La colaboración entre la Junta y REE se viene efectuando desde el año 2014 a través de tres proyectos de repoblación forestal y cuenta siempre con la autorización de los propietarios públicos.
Las actuaciones del convenio firmado se llevarán a cabo en terrenos ubicados en la Sierra de Gata, en concreto en el monte de utilidad pública nº 17, denominado 'Baldío y Sierra', perteneciente al Ayuntamiento salmantino de Agallas y situado en su término municipal.
Mediante este convenio se plantarán unas 49.000 plantas arbóreas de seis especies autóctonas, como pino, encina, rebollo, madroño, mostajo y tejo, en unas 73 hectáreas que no se han podido regenerar de forma natural después del incendio ocurrido en agosto de 2003 en este municipio salmantino de la Sierra de Gata.