La AECC sale a la calle en el 'Día Mundial Sin Tabaco' para concienciar de los peligros del tabaco

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha colocado, durante el 31 de mayo, una mesa en la plaza Marqués de Badillo, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco, para explicar los peligros que conlleva fumar, las sustancias que contiene un simple cigarrillo, lo que puede condicionar la vida el tabaco, e incluso, que “aunque es triste, también queremos recordar la cantidad de muertes que se producen al año, no solo por cáncer, sino también por enfermedades basculares o respiratorias, entre otras”, ha afirmado el presidente de AECC, Jesús Aguarón.

De acuerdo a los datos aportados por la asociación, en España hay 50.000 personas que fallecen anualmente por el tabaco, de los cuales 7.500 son fumadores pasivos “que mueren por contacto y no han encendido un cigarrillo en su vida”.

Es por ello que la intención de la Asociación este año es que todas las entidades locales se impliquen en la declaración de espacios sin humo y que los existentes se respeten. No quieren que haya un endurecimiento de la ley, ni sanciones económicas, pero “que no condicione la vida a quien tiene a su lado”. También piden que en los espacios, especialmente abiertos, en los que hay niños se restrinja la posibilidad de que haya humo. “Se hizo una encuesta en dónde se preguntó a fumadores si tenían recato de fumar delante de menores y, 9 de cada 10 personas respondieron que no. Eso es lo que no puede ser”, ha asegurado Aguarón.

Con el paso de los años, los porcentajes de fumadores han variado. Durante la primera campaña antitabaco la cifra se redujo notablemente, pero con la pandemia volvió a aumentar, y “ahora lo que se observa es que la cosa se mantiene estable. Son más de 8M de personas que encienden un cigarrillo a diario, y alrededor de 1M que lo hace ocasionalmente”.

Los cigarrillos electrónicos

Desde AECC aseguran que los cigarrillos electrónicos son un timo moderno. Afirman que es un instrumento que ha conseguido que la gente tenga ideas equivocadas pensando que simplemente es vapor de agua, que no hace daño o que no es adictivo. Sin embargo, advierten de que en el agua hay sustancias que van desde irritantes, adictivos, cancerígenos y en algunos casos llevan nicotina.

“Tenemos que ver cómo solucionamos su consumo, porque hay muchos personajes públicos que animan a fumar vapeadores. Pero, la realidad es que son igual de malos o peores que el tabaco y, contra la idea que muchos tienen, tampoco sirve para dejar de fumar”.

Soluciones

Lo primero que propone Aguarón es la educación y que los menores no vean que fumar es algo cotidiano de las personas, sino que visualicen que la acción de encender un cigarro se le margina, por lo que si no es aceptado es porque es malo.

Cualquier medida que se imponga, tanto en los centros escolares como en el núcleo familiar, para retrasar la edad de su consumo es necesario. Asegura que “entre 14 y 18 años, uno de cada cuatro fuma a diario, y con el vapeador se normaliza el inhalar sustancias perjudiciales para la salud”.