Soria y León registran un preocupante aumento de accidentes mortales en la carretera

Con el fin del verano se prevén 820.000 desplazamientos en tan solo 4 días en Castilla y León, de los 6.800.000 que la DGT estimó que se producirían durante este periodo estival. El subsector de Tráfico de la Guardia Civil ha reforzado la vigilancia en las carreteras buscando garantizar la seguridad de los ciudadanos y, según ha manifestado la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, "reducir a la mínima expresión el número de accidentes con víctimas mortales".

Un objetivo que parece estar cumpliéndose si se tienen en cuenta los datos a nivel regional. En toda Castilla y León han perdido la vida en las carreteras 74 personas, frente a las 88 del año pasado por estas mismas fechas, una reducción del 14%. Sin embargo, ha recordado Barcones, siguen siendo "74 familias rotas", algo "insoportable como sociedad". En provincias como Valladolid se ha producido un descenso del 44% en el número de fallecidos este año.

El caso de Soria y León

La representante del Gobierno ha incidido en que "2022 fue un año negro en las carreteras de Castilla y León" y aun así, no todas las provincias han logrado reducir sus cifras de mortalidad. En Soria y León, las muertes han aumentado este año, un 9% y un 70% respectivamente. Barcones explica esta diferencia remontándose a los datos de 2022, año en el que, a diferencia del resto de la región, León rebajó su siniestralidad. Por el contrario, Soria aumenta una cifra que ya fue trágica el año pasado, cuando se dispararon los accidentes. En total, 17 personas han muerto en León y 12 en Soria en lo que va de año.

Desde la Guardia Civil aseguran que no existe un patrón claro en estos accidentes que les permita desarrollar una estrategia concreta, aunque la mayor parte de ellos han sido causados por distracciones. "Detrás de muchas muertes hay una apertura de WhatsApp o una llamada de 'ya estoy llegando'", lamentan. En Soria, 7 de los 12 fallecidos en todo el año han sido por causa del cansancio o la distracción. Además, la mayor parte de estos accidentes se han producido en carreteras convencionales de todas las redes: provincial, autonómica y estatal.

"Por muchos agentes que haya, por muchos controles para sacar de la vía a aquellos que no cumplan con las normas de seguridad, por mucho que intentemos poner de nuestra parte, si los que se ponen al volante no tienen claras normas tan básicas como abrocharse el cinturón, que los niños vayan en los sistemas de retención infantil, respetar la velocidad, no consumir alcohol y drogas y que mirar el móvil te puede costar la vida, será muy complicado", ha añadido Barcones. Según los datos facilitados por la delegación del Gobierno, el 50% de las muertes podrían haberse evitado si los fallecidos hubieran llevado puesto el cinturón de seguridad. En el caso de los sistemas de retención infantil bien abrochados, podrían haber evitado el 90% de las muertes.

Barcones ha reiterado que en la última reforma del código de circulación se puso de manifiesto que el objetivo de los controles y la vigilancia no es recaudatorio, sino "salvar vidas". Algo que se ha materializado con el incremento de las sanciones mediante la retirada de puntos.