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8 cosas que no debes hacer si vas a coger setas en Soria este otoño

8 cosas que no debes hacer si vas a coger setas en Soria este otoño

Actualizado 22/10/2023 10:14

El mundo micológico tiene una serie de normas que hay que respetar, así que te explicamos 8 errores que no debes cometer esta temporada.

Soria es una provincia conocida por su gran patrimonio natural. El cuidado y el aprovechamiento de sus bosques a lo largo de los siglos la ha convertido en un referente a nivel nacional en aspectos como el ocio al aire libre o el turismo micológico. Sin embargo, igual que con cualquier actividad que se realiza en la naturaleza, existen una serie de normas y recomendaciones, pero también de errores a evitar para que la experiencia sea digna de repetir. A continuación te dejamos algunos y te explicamos cómo evitarlos.

1. Salir a por setas sin un permiso o licencia en vigor

Con el objetivo de proteger los montes y combatir la sobreexplotación, cada municipio regula una serie de permisos, con distintos precios, que regulan la recogida de setas en su término municipal. Algunos lo hacen a través de agrupaciones como Montes de Soria o el coto micológico Pinares de Urbión y otros cuentan con sus propias normas. Deberás informarte de antemano y conseguir esta licencia, ya que si no, te arriesgas a recibir una multa. Además, ten cuidado con cruzar el límite de la zona para la que dispones de licencia.

2. No tener en cuenta la época de la temporada

La temporada micológica de otoño abarca un largo periodo de tiempo con condiciones climáticas distintas. Y como no todas las variedades necesitan la misma humedad, o la misma temperatura, no todas aparecen a la vez. Si quieres, por ejemplo, encontrar boletus, deberás programar tus salidas al monte antes de que empiecen las heladas, ya que los hongos se acaban en cuanto empieza el frío. Por el contrario, si tu objetivo son setas más tardías como las capuchinas, deberás esperar un poco más.

3. Buscar una variedad en el lugar equivocado

Igual que con el clima, cada variedad prefiere entornos distintos para florecer. Aunque la mayoría nacen en el monte, las setas de cardo, por ejemplo, lo hacen en el campo, junto a esta vegetación con la que forman sus microrrizas. Y dentro de lo que es el monte, níscalos y boletus prefieren los pinares y las amanitas, robledales y hayedos. Elige sabiamente tu área de búsqueda.

4. Coger una seta que no reconozcas del todo

Parece algo lógico, pero nunca está de más recordarlo. Las setas más cotizadas de la temporada de otoño suelen ser muy reconocibles: los níscalos con su color anaranjado, los boletus con su 'esponja'... Sin embargo, existen variedades como la amanita faloide que crecen en la provincia de Soria cuya ingesta puede ser mortal. Y no es difícil confundirla cuando todavía es pequeña con, por ejemplo, un champiñón silvestre. Así que, ante la duda, mejor dejarla donde está.

5. Fijarte sólo en las setas que estén más a la vista

Las setas y hongos suelen nacer a la altura del suelo y, en su mayoría, son de pequeño tamaño. Esto hace que muchas veces queden cubiertas por la hojarasca de los montes en los que crecen. Por ello, es importante estar bien atento al suelo y un cepillo puede ayudar a descubrir una seta cubierta prácticamente por completo por un montón de hojas.

6. Arrancar la seta

Podíamos decir, sin ser nada exactos en términos biológicos, que las setas son la fruta de una planta. Si queremos, por ejemplo, coger una mora de una planta del bosque, tendremos que tener cuidado de no dañar el resto de la planta, la rama en la que se encuentra o, incluso, sus raíces, para poder encontrarnos más moras la próxima temporada. Pues con las setas, pasa lo mismo. Si dañamos su raíz (micelios) porque la arrancamos en vez de cortarla, corremos el riesgo de destruir toda su estructura. Por eso, mejor cortar las setas con una navaja.

7. Meter la seta en una bolsa de plástico mientras estás por el monte

Siguiendo con las prácticas de recolección, una vez tenemos nuestra seta debemos meterla en una cesta, en ningún caso en una bolsa, algo que está explícitamente prohibido. Aparte de que la cesta permite respirar al producto y no lo daña tanto, las características de este recipiente permiten que se diseminen las esporas de las setas y que se reproduzcan por el monte mientras nos las estamos llevando a casa. Vamos, un win-win.

8. Tardar mucho en cocinarlas o conservarlas

Estos productos no son duraderos, pueden ponerse malos en uno o dos días. Por ello, lo mejor es saber qué vamos a hacer con ellas en cuanto las cogemos. ¿Incluirlas en un plato gourmet? ¿Congelarlas? ¿Hacer conservas? Igual que si fueras a hacer la compra no te llevarías 20kg de pollo si solo lo quisieras para una cena de dos personas ese mismo día, no cojas más setas de las que necesitas si no tienes un plan para conservarlas y disfrutarlas en otro momento.

Y lo más importante de todo, respeta el monte, cuídalo, mantengo limpio y no cojas más setas de las que necesites.

¿Quieres saber más sobre setas? Consulta nuestras guías prácticas para disfrutar al máximo de la temporada micológica de otoño:

Fechas clave

Permisos necesarios

Consejos para recolectar y reconocer las setas

Cómo cocinar y conservar cada variedad

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