Los desprendimientos registrados a primeros de octubre aceleran la actuación, que tendrá un montante superior a los 0,5M€.
La torre de la catedral de El Burgo de Osma volverá a cubrirse de andamios para buscar una solución definitiva a los desprendimientos que se han venido produciendo en los últimos años. Tras comunicar el Cabildo catedralicio al Instituto del Patrimonio Cultural de España la situación, se estaba trabajando sobre un proyecto de consolidación estructural de la torre del templo que se ha visto acelerado por los últimos desprendimientos. La redacción del proyecto y la dirección de obra serán costeadas por el Cabildo y la ejecución por el IPCE.
La empresa constructora, trabajará durante los próximos nueves meses con un presupuesto de 525.563 euros en unas obras catalogadas por el Ministerio de Cultura como “indispensables para evitar el peligro existente”. Los trabajos buscan solventar de forma inmediata la situación y retirarán las soluciones incompatibles realizadas anteriormente. Se ejecutará una nueva solución en la que se garantice la durabilidad, estabilidad y estanqueidad de las cornisas de la torre para lo que se van a restituir los elementos de la cornisa de material pétreo y baberos metálicos de protección con el fin de evitar problemas de desprendimientos futuros.
En estos momentos la torre de la catedral está protegida por vallas evitando la excesiva aproximación de los viandantes ya que en los últimos años se han venido produciendo desprendimientos procedentes de las cornisas que se agudizaron con las tormentas de octubre. Hoy mismo era instalado el cartel anunciador de la nueva intervención y comenzará la implantación de obra y el andamiaje de la torre.