El ministerio de Hacienda descarta la despoblación como un factor a tener en cuenta en el nuevo diseño de la financiación autonómica. La propuesta del Gobierno y del PSOE nacional, contra la línea de flotación del discurso de Carlos Martínez.
Todavía faltan tres semanas para que Carlos Martínez Mínguez sea proclamado secretario general del PSOE en Castilla y León. Todavía no se conoce quiénes formarán su equipo de colaboradores más cercano, y tampoco el texto íntegro de la ponencia marco, pero el todavía alcalde de Soria ya tiene un reto mayúsculo ante sí.
Uno que compromete buena parte de su discurso político y que le hace chocar de bruces con los intereses nacionales de su partido. Y es que, según informa El Mundo, Hacienda ha descartado la despoblación como un criterio a aplicar a la hora de diseñar la nueva financiación autonómica.
El ministerio que dirige María Jesús Montero, nueva secretaria general también ella, en este caso de los socialistas andaluces, señala en uno de sus documentos preparatorios de la nueva financiación autonómica que la despoblación no se tendrá en cuenta porque solo la piden tres comunidades autónomas: Castilla y León Castilla-La Mancha y Aragón.
Tres de 18, que representan el 30% del territorio nacional y 6 millones de habitantes. «Parece haber un amplio consenso en no tener en cuenta una variable relativa a la despoblación, por la que ésta se descartaría», señala el texto, que también descarta la orografía como un factor de corrección en el reparto.
Un reparto de los fondos que el Estado transfiere a las comunidades autónomas que nunca ha tenido estos criterios en cuenta, todo sea dicho, y que suele estar condicionado al volumen de la población, el tamaño o a la actividad económica.
Es una realidad que no se le escapa a nadie que haya vivido fuera de la M-30 (o similares) que la escasez y la dispersión de la población y el terreno condiciona y encarecen de manera significativa la prestación de servicios como el educativo, el sanitario o la dependencia.
Hay que señalar que el escrito que descarta la despoblación como criterio es un documento técnico, que se usará como base para la negociación política entre los diferentes ejecutivos autonómicos y el gobierno central.
En cualquier caso, la intención del ejecutivo supone un torpedo a la línea de flotación del discurso que siempre ha mantenido el alcalde de Soria y que ahora quiere extrapolar a todo Castilla y León. Carlos Martínez ha basado buena parte de su acción política en la búsqueda de una cohesión territorial y la lucha contra la despoblación. "Despoblación es igual a desigualdad", asegura y mantiene que las políticas contra la despoblación no deben verse como una cuestión de limosinas sino como un derecho de los territorios y un deber de las administraciones públicas.
Ahora el nuevo líder del PSOE en Castilla y León tendrá una oportunidad de oro para demostrar su capacidad de influencia en el discurso y las políticas del partido a nivel nacional. Carlos Martínez tendrá que elegir entre posicionarse del lado de la Junta y del PP a la hora de apostar por la inclusión de este criterio y defender los intereses de Castilla y León o alinearse con las decisiones de Moncloa y de su partido a nivel nacional. Curioso y paradigmático marrón para alguien que aún no ha asumido el cargo oficialmente.