Del 18 de enero al 13 de abril de 2025, los amantes de la gastronomía basada en los productos del cerdo tienen una cita ineludible en el Burgo de Osma, donde este 2025 se celebra el 50 aniversario de uno de los eventos gastronómicos y culturales más importantes de Castilla y León: las Jornadas de la Matanza del Virrey Palafox.
“Este aniversario no solo es una celebración de la matanza, sino también un homenaje a la cultura que hemos mantenido viva durante medio siglo. Nos sentimos profundamente conectados a esta tradición y estamos muy emocionados de compartirlo con todos los que nos han acompañado en este camino”, afirman los organizadores, la segunda generación de propietarios del hotel-restaurante Virrey Palafox.
Bajo el lema “Orgullo Matancero”, y durante noviembre y principios de diciembre de 2024, la celebración de este 50 aniversario giró en torno a tres ejes temáticos que recorrían el pasado, presente y futuro de las Jornadas de la Matanza: “fuimos”, el 16 de noviembre; “somos”, el 23 de noviembre”; y “seremos”, del 30 de noviembre al 2 de diciembre.
Cada uno de estos eventos contó con actuaciones en directo, como las de Nuevo Mester de Juglaría o el Mago More, además de numerosas actividades culturales y relacionadas con la gastronomía, como una feria de productos típicos de la región, pasacalles, concursos o el Primer Congreso +QCochinos, que combinó ponencias y conferencias con la mejor oferta culinaria.
El Burgo de Osma-Ciudad de Osma es uno de los municipios más bonitos de Castilla y León. Fue declarada villa de interés turístico en 1962 y conjunto histórico-artístico en 1993. Su casco histórico cuenta con impresionantes monumentos como la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, el monumento más emblemático de la villa; el Ayuntamiento y el antiguo Hospital de San Agustín, uno enfrente del otro en la Plaza Mayor; o su muralla y sus atalayas que rodean el pueblo.
Su Calle Mayor porticada funciona como eje vertebrador de la villa, donde se reúnen los vecinos y por donde pasean los turistas. Esta calle está repleta de soportales y llena de tiendas y bares tradicionales que convierten al Burgo en una suerte de “Las Vegas del torrezno”, una vía donde no es difícil hacer apuestas de sabor con las que, al igual que en algunos casinos con depósito mínimo recomendados en línea, disfrutar de una experiencia única por una inversión mínima.
Al igual que en esos casinos online, el riesgo aquí es bajo; pero la recompensa, en forma de los mejores torreznos del mundo, crujientes y llenos de historia, sorprende a todos los visitantes de esta preciosa villa. Aunque no es la única delicia gastronómica que se puede disfrutar en las tabernas de la calle: morcillas, chorizos, lomo… Y es que, como dice el refrán, “del cerdo, hasta los andares”.
En 1972, los hermanos Martínez Soto abrieron el restaurante Virrey Palafox, nombre puesto en honor al obispo de Osma, que fuera Virrey de Nueva España en 1642, Juan de Palafox y Mendoza. Palafox nació en Fitero (Navarra), pero falleció en el Burgo de Osma en 1659.
En 1974, a raíz de un concurso de gastronomía soriana convocado por el Restaurante Virrey Palafox, Gil Martínez Soto se percata de que un buen número de platos de los presentados al concurso tienen al cerdo y sus derivados como principales ingredientes. Tras contactar con su amigo, el historiador y cronista oficial de Soria, Miguel Moreno, para que le ayude, las Jornadas Gastronómicas de la Matanza comienzan un año después, en 1975.
Aunque sus primeras ediciones eran, en mayor medida, un evento familiar, no tardaron en darse a conocer fuera del municipio, e incluso de la provincia de Soria. Para poder albergar la creciente afluencia de comensales, los Martínez Soto abren el Hotel II Virrey en los años 90, y comienzan a ofrecer actividades como concursos de pintura, fotografía y relato, exposiciones, conciertos...
Desde entonces, su influencia en la villa ha seguido aumentando, con la apertura de unos apartamentos turísticos, la cafetería Doña remedios, el Museo del Cerdo, y nuevos salones en otros puntos del municipio donde dar cabida a los enormes grupos de visitantes que llegan al Burgo para disfrutar de los mejores productos del cerdo. Así hasta llegar a este 50 aniversario, con la vista puesta en un futuro prometedor.
Como no podía ser de otra forma, terminamos con un menú que, aunque ha variado en estos 50 años, sigue manteniendo la misma esencia: un menú único de 22 platos, con bebidas, postres, cafés, licores… incluidos, y que combina tradición y modernidad. ¿Su precio? 55€ por comensal los domingos y 65€ los sábados. Si vas en sábado, el precio incluye la celebración del rito de la matanza y una visita al Museo del Cerdo. También hay un menú infantil, para niños de 3 a 10 años, a 25€.
El menú de 22 platos incluye entrantes fríos, como jamón y lomo ibéricos, la ensalada de lomo escabechado o costillas adobadas en aceite; y calientes, como, por supuesto, los torreznos de Soria; pero también albóndigas, manitas, morcilla o rabo de cerdo estofado.
Tras unos “entonantes” a elegir (caldo de parturienta o Alubias pintas de El Burgo) y un digestivo sorbete de limón al cava, llegan los platos fuertes: cochinillo asado, carrillera Guisada con verduritas y costillas asadas a la miel. A los postres, destacan especialmente los deliciosos cochinitos de hojaldre rellenos de crema, pero si quieres un respiro después de semejante pitanza, también hay naranja natural.
Ah, y si en algún momento te apetece, puedes repetir de lo que quieras.