El Gobierno aprueba la nueva ley antitabaco que prohíbe fumar en terrazas y playas

El Consejo de Ministros da un paso adelante en la lucha contra el tabaquismo con la aprobación del anteproyecto de la nueva ley antitabaco. Esta reforma legislativa, impulsada por el Ministerio de Sanidad, busca actualizar la normativa vigente para adaptarla a las nuevas formas de consumo y proteger de manera más efectiva la salud pública, especialmente la de los no fumadores y los menores de edad.

La propuesta se centra en dos ejes principales: la ampliación de los espacios sin humo a numerosas zonas al aire libre y la equiparación regulatoria de los cigarrillos electrónicos y vapeadores con el tabaco tradicional. Con esta iniciativa, el Gobierno retoma una de las grandes apuestas normativas de la legislatura en materia de salud, aunque el texto final ha generado debate al excluir algunas de las medidas más demandadas por las sociedades científicas.

Una vez superado este trámite en el Consejo de Ministros, al anteproyecto le queda todavía un recorrido parlamentario en el Congreso, donde los diferentes grupos políticos podrán debatir y presentar enmiendas. El texto contempla un periodo transitorio de doce meses para que los fabricantes puedan adaptar sus productos al nuevo marco legal.

¿Qué nuevos espacios estarán libres de humo?

Una de las novedades más significativas de la ley es la considerable ampliación de las zonas donde estará prohibido fumar y vapear. El objetivo, según detallan desde el Ministerio de Sanidad, es priorizar el derecho de la población a respirar aire no contaminado. La lista de nuevos lugares incluye:

• Terrazas de bares y restaurantes en todo el territorio nacional.
• Playas, piscinas de uso colectivo y otros entornos naturales.
• Instalaciones deportivas, tanto interiores como exteriores.
• Marquesinas de transporte público y recintos de espectáculos al aire libre.
• Campus universitarios y los espacios al aire libre de todos los centros educativos.
• Vehículos comerciales o de uso laboral, al ser considerados lugares de trabajo.

Además, la normativa establece un perímetro de seguridad de 15 metros lineales alrededor de accesos a instalaciones sanitarias, centros educativos y parques infantiles, dentro del cual tampoco se podrá consumir tabaco ni productos relacionados.

Los vapeadores, equiparados al tabaco tradicional

La nueva ley pone fin a la situación de menor regulación que disfrutaban los cigarrillos electrónicos y vapeadores. A partir de su entrada en vigor, estos dispositivos tendrán "las mismas restricciones que el tabaco convencional", según confirman fuentes ministeriales. Esto afecta no solo a los vapeadores, sino también a las "bolsitas de nicotina", "productos a base de hierbas" o "dispositivos para el consumo de productos calentados".

Entre las medidas específicas, se prohíbe la venta y el suministro de cigarrillos electrónicos de un solo uso, tanto por su impacto ambiental como por su creciente popularidad entre los jóvenes. Asimismo, se prohíbe por primera vez de forma expresa el consumo de tabaco y productos relacionados por parte de menores de edad, reforzando la protección que hasta ahora se limitaba a la venta.

Las medidas que se quedan fuera (por ahora)

A pesar del avance, el anteproyecto ha dejado fuera dos de las medidas más exigidas por las organizaciones sanitarias: el empaquetado genérico y el aumento de impuestos. La exclusión de la cajetilla genérica, que elimina marcas y diseños para unificar su apariencia, se debe a una "falta de acuerdo" entre los socios del Gobierno de coalición. No obstante, el Ministerio de Sanidad no descarta que pueda introducirse más adelante durante su tramitación parlamentaria.

Tampoco se ha incluido la subida de la fiscalidad, una herramienta que, según los expertos, ha demostrado ser muy eficaz para reducir el consumo. La negociación con el Ministerio de Hacienda no llegó a plasmarse en el borrador final.

Reacciones de las sociedades médicas y científicas

La exclusión de estas dos medidas ha provocado la crítica de diversas organizaciones. La asociación Nofumadores ha lamentado que "la enorme interferencia de la industria tabaquera" ha conseguido frenar propuestas clave. En la misma línea, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha manifestado su "preocupación" por la retirada del empaquetado genérico, calificándola como "un retroceso en la protección de la salud pública".

Desde Separ recuerdan que "el consumo de tabaco causa más de 56.000 muertes al año" en España y genera un impacto económico que supera los 8.000 millones de euros anuales. Por ello, insisten en la necesidad de una legislación más ambiciosa para combatir lo que consideran una "pandemia del tabaquismo".