Turismo: Ruta de un día en la ciudad de Soria (parte 2)

Tras la camina de la mañana (consulta la ruta de la mañana aquí) la tarde nos la tomaremos algo más relajada y la pasaremos por el centro de Soria. Lo mejor para bajar la comida puede ser un paseo por la Dehesa, el gigantesco parque que el corazón, geográfico, medioambiental y simbólico, de la ciudad. Allí los niños corretean, los mayores pasean o leen y los ancianos juegan a la petanca. Llama la atención la ermita de la Soledad pero cualquier rincón del parque puede ser el lugar ideal para descansar mientras se contempla como las ardillas saltan de árbol en árbol. Junto a la Alameda de Cervantes, nombre oficial del parque, el Museo Numantino nos cuenta la historia de Soria que es, a la vez, la historia de un mito universal; Numancia.

Desde allí nos acercaremos a la Iglesia de San Juan de Rabanera, donde el románico soriano se vuelve a mostrar con su máximo esplendor. Cruzaremos ahora el Collado para subir la calle Aduana Vieja donde encontraremos varios palacios renacentistas, como el de los Río y Salcedo, el de los Castejones o el de los San Clemente. Al acabar la calle, el Instituto Antonio Machado, donde hace un siglo un joven sevillano daba clases de francés. Aquel bohemio profesor terminaría dando nombre al instituto al convertirse en uno de los mejores poetas de la historia de España.

Apenas unos metros más arriba, la Iglesia de Santo Domingo nos espera. Desde allí bajaremos por una de las calles paralelas, la calle Estudios, a la Plaza de Tarta dejando a nuestra izquierda el nuevo mercado municipal. La plaza representa los escudos de los 12 linajes de la ciudad. Junto a ella la enorme fachada del Palacio de los Conde de Gómara, hoy sede de los juzgados. Y nuestra ruta va llegando a su fin por el mismo paseo que comenzó, el Collado. Subiremos hacia la plaza Herradores, que de nuevo habrá cambiado de fisionomía, dejando a nuestra izquierda en los soportales el Casino de la ciudad. Castañas y helados en función de la época y, con suerte el sonido de un acordeón, pondrán música y olor al final de nuestro trayecto.

Antes de ir al hotel a dormir, es el momento de picar algo y disfrutar de una buena copa mientras se planifica la próxima jornada. Tras hacer noche en Soria nuestra recomendación es aprovechar el segundo día para visitar algún punto de la provincia; el Cañón del Rio Lobos y la Laguna Negra son los clásicos para los amantes de la naturaleza, El Burgo de Osma y Berlanga de Duero son monumentos e historia, gastronomía y vino en la zona de la ribera, el Moncayo nunca defrauda con Ágreda a sus pies y las villas de Almazán y Medinaceli podrían las paradas perfectas si nuestro viaje se dirige hacia Madrid.

Los imprescindibles:

1. Iglesia de Santo Domingo: Esta iglesia es una de las joyas del románico castellano. En su arquitectura destaca su fachada con un imponente rosetón y unas arquivoltas muy elaboradas en la entrada que narran diferentes escenas de la Biblia. Junto a ella el convento de las Hermanas Clarisas que apuran los últimos meses del Año Jubilar que les concedió el Papa Francisco. ¡Cuidado, durante estas semanas la están restaurando y no se puede disfrutar de la fachada!

2. San Juan de Rabanera: Planta de cruz latina, nave de tres tramosy ábside semicircular para un templo que ha logrado recuperar su pureza románica.

3. Palacio de los Condes de Gómara: La torre de este céntrico palacio, que hoy alberga la sede de los juzgados, nos acompañará en muchas de las vistas de Soria. Edificado entre 1577 y 1592 y mandado construir por los Río y Salcedo demuestra la pujanza económica de esta tierra gracias a la Mesta. Torre, ventanales y la amplia fachada demuestra las pretensiones de un proyecto que quedó inacabado.

Consulta aquí la primera parte de la ruta turistica por Soria capital