El presidente de la Junta es acompañado por los consejeros Suarez Quiñonez, Fernández Carriedo y Gonzalo Santonja en su visita a Langa de Duero y Soria capital. Mañueco y Mínguez tienen pendiente una cita como líderes del PP y del PSOE en Castilla y León cuando el alcalde sea proclamado en el congreso de Palencia. En un año, si no antes, elecciones autonómicas.
Tres consejeros y el presidente de la Junta. Esa ha sido la presencia del ejecutivo autonómico hoy en la provincia de Soria. Lo que las crónicas tradicionales denominarían una representación de altísimo nivel digna, no ya de una precampaña, sino de una campaña electoral en toda regla. 'Parada técnica' en Langa de Duero y visita a la concatedral de la capital como excusas para hablar de la importancia del desarrollo industrial y de la cultura en la agenda de Alfonso Fernández Mañueco, que ha llegado acompañado por los responsables de 'Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio'; de 'Economía y Hacienda' y de la portavocía de la Junta; y de 'Cultura, Turismo y Deporte' de su ejecutivo.
Pero a un año, como máximo, de que los ciudadanos de Castilla y León acudan a las urnas, esta visita tenía un trasfondo que el propio Mañueco ponía sobre la mesa desde el segundo uno. “Señor alcalde … y señor secretario general del PSOE”, le saludaba a las puertas del templo mientras estrechaban las manos. La de hoy ha sido la primera visita del salmantino a Soria desde que el alcalde lidera el Partido Socialista de Castilla y León.
Una visita que, de hecho, ha provocado ajustes en la agenda del edil capitalino, que hoy viaja a Ávila en el marco de los diálogos de presentación que, como secretario general electo, está realizando por las nueve agrupaciones socialistas de la comunidad. No era la primera vez que ambos coincidían después del anuncio de Carlos Martínez, pues ya se vieron en Valladolid durante la entrega de los premios La Posada de El Mundo, pero sí ha sido la primera vez que lo hacían en Soria y la primera en la que ambos eran protagonistas y no solo asistentes a un acto.
Protagonista, oficial, Mañueco y artista (auto)invitado Carlos Martínez. El alcalde de Soria, fiel a su estilo, convocaba a los medios minutos antes de la llegada del presidente de la Junta y repasaba los temas pendientes, que aprovechaba para poner encima de la mesa. En el acto oficial solo tomaban la palabra el obispo y el presidente del ejecutivo autobómico y no estaba prevista la atención a los medios, pero el socialista no iba a dejar pasar la oportunidad. Contrasta su actitud con la de Mañueco que, de un tiempo a esta parte, se muestra excesivamente cómodo en actos con discurso pero sin preguntas de los periodistas. Mala costumbre esta.
“Hoy no me toca a mí”, bromeaba Carlos Martínez para señalar que intentaría actualizar de modo informal el estado de los proyectos pendientes de la Junta por y para la ciudad. Entre ellos, solicitaba la convocatoria de la mesa sanitaria comprometida por Mañueco en abril para abordar el futuro del hospital Virgen del Mirón. Otros compromisos arrancados al salmantino anteriormente, como la incorporación de Valcorba a la red CyLog o la ampliación del Palacio de la Audiencia, también preocupan al líder socialista porque no terminan de materializarse.
“Ni una mala palabra ni una buena acción”. Con ese axioma suele definir Carlos Martínez la relación de Mañueco con la ciudad de Soria. Aunque ahora, que parece evidente que los dos se medirán en las urnas para presidir la Junta, la relación debe reajustarse. Mínguez ya señaló que el salmantino le llamó para felicitarle por su nombramiento y para emplazarse a un encuentro entre ambos como homónimos líderes de PP y PSOE en Castilla y León. Esa cita tendrá lugar después de que Carlos Martínez sea nombrado efectivamente el próximo 22-23 de febrero en Palencia, con la presencia del presidente del gobierno Pedro Sánchez.
Si el alcalde hablaba en la puerta de la Concatedral, el presidente de la Junta lo hacía dentro, en un atril situado en mitad del templo, con el altar mayor a sus espaldas y periodistas y autoridades en los bancos pensados para los fieles. Mañueco presentaba la actuación realizada en el majestuoso claustro románico y que deja ahora en el tejado de la Diócesis y el Cabildo la necesidad de musealizar la Catedral para añadir valor y facilitar las visitas de los turistas.
El presidente de la Junta destacaba la importancia del patrimonio como motor económico para Castilla y León, pero también de los “símbolos” y “valores” religiosos que “están integrados con nuestras tradiciones, identidad y sentimientos” y que “merecen el máximo de los respetos”. Mañueco también se refería a su paso por Langa de Duero para comprometer 9M€ para su polígono industrial. Mientras lo hacía, Carlos Martínez se revolvía en la segunda fila de los bancos de madera, seguramente pensando en Valcorba.
El presidente de la Junta terminaba su discurso haciendo una defensa de unos sentimientos religiosos que el salmantino lleva a gala. “Quienes sentimos un profundo convencimiento en la fe cristiana (esta actuación) nos llena de satisfacción”, señalaba y “quienes no lo hacen, pueden acercarse al mensaje de Jesús y admirar lo que fue capaz de hacer la Iglesia Católica a lo largo de los siglos”.
Alfonso Fernández Mañueco terminaba la parte pública de su visita a Soria recorriendo las dependencias del templo acompañado por el obispo, Monseñor Abilio Martínez Varea, y por los miembros del Cabildo de la concatedral de San Pedro. En la capilla del patrón, se le mostraba el cráneo de San Saturio, el anacoreta que desde hace casi 400 años es patrón de Soria. Una reliquia que solo se saca en ocasiones especiales, como esta visita el presidente de la Junta. Mientras, el alcalde ya hacía un tiempo que se había excusado discretamente. El partido demanda mucho, Castilla y León es muy grande y Ávila está a 3 horas en coche de Soria...