Así lo acuerda la Audiencia Provincial de Soria tras el requerimiento de la fiscalía toda vez que Abogados Cristianos presentó la denuncia por unos hechos acaecidos durante agosto pasado en Tardelcuende.
La Audiencia Provincial de Soria ha decretado el archivo de la causa seguida contra el alcalde de Soria y ahora líder del PSOE de Castilla y León, Carlos Martínez Mínguez, tras haber sido presentada una querella, por su conducta durante la fiestas de Tardelcuende en agosto pasado. Como se recordará, el dirigente socialista fue captado en video sentado sobre un sillón sobre un turismo que simulaba un 'papamóvil' a la vez que rociaba agua, con una escobilla de váter a modo de hisopo, a ambos lados de su recorrido.
Conocidos los hechos, la asociación Abogados Cristianos presentaba una querella por esta conducta al considerar que los hechos eran constitutivos de delito contra los sentimientos religiosos. Precisamente, ayer miércoles, el denunciado tenía fecha para declarar en el Juzgado número 4 de Soria, si bien la cita quedaba suspendida tras haber sido emitido, por la fiscalía, el archivo del procedimiento.
Ahora, la Audiencia Provincial, tras examinar el requerimiento del ministerio fiscal, ha dado por buena esta consideración, resolviendo dicha solicitud y por ende, el archivo.
La resolución apunta, en función de la jurisprudencia, que "no se advierte nada que apunte a una intención de ofender, herir o perturbar los sentimientos religiosos. Tampoco se desarrolla en un lugar destinado a culto ni se interrumpe servicio alguno", aunque por otro lado queda admitido que los querellantes "se hayan sentido sinceramente ofendidos". Apunta aquí la resolución que la demanda es rechazada porque "la conducta enjuiciada sea objetivamente ofensiva, al menos en el sentido reforzado que exige el tipo penal".
Del mismo modo, la resolución no ve en la acción del denunciado ánimo de "escarnio" hacia una confesión religiosa, esto es, una conduta dirigida "a ofender, a herir o perturbar los sentimientos religiosos de los miembros de una confesión religiosa", por lo que el querellado no actuó con "dolo específico", careciendo, pues, de "ánimo deliberado de ofender sentimientos religiosos".
Tras la conmoción que supusieron estos hechos, Carlos Martínez reconoció y pidió perdón confesando públicamente su "torpeza" por estas escenas, las cuales, por otro lado, fueron constatadas por la Guardia Civil -en los videos difundidos en redes sociales se aprecia al turismo en el que viajaba el denunciado circulando al lado de un vehículo patrulla del benemérito Cuerpo- y por las cuales fue condenado a una multa de 100 euros por infracción contra la seguridad vial.
Ahora, la parte denunciante tiene la posibilidad de continuar el procedimiento interponiendo un recurso de casación ante el
Tribunal Supremo, para el que ha sido dado un plazo de cinco días.