Balance de 35 años de Autonomía para Soria

Cuando hace 35 años, concretamente el 25 de febrero de 1983, se aprobó el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, la provincia de Soria se volcó con notable entusiasmo en el nuevo proyecto de autogobierno. La llegada de la libertad, de la democracia y DE la conformación de un estado autonómico descentralizado de Madrid generó optimismo e ilusión en el conjunto de la sociedad soriana, en sus instituciones locales y en sus representantes políticos. Soria abrazó la creación de la Comunidad de Castilla y León con esperanza, con una posición oficialista firme y desde el convencimiento, al contrario de lo que ocurrió en otras provincias. En León surgió un movimiento leonesista que reivindicaba una comunidad autónoma propia; y el caso más llamativo fue Segovia, que defendía una comunidad uniprovincial y no se incorporó a Castilla y León hasta el último ‘minuto’.

En Soria se confió en Castilla y León, que se presentaba como una gran oportunidad para impulsar el desarrollo de Soria, en una España que llevaba décadas olvidando y abandonando a Soria y a otras provincias del interior rural.

A día de hoy, según un estudio realizado por Soria Ya, el 37,5 de los sorianos encuestados sólo se sienten sorianos, y un 31,1% más sorianos que castellano y leonés. El 24,6%, tan soriano como castellano y leonés. Asimismo, Castilla y León cuenta con una población de más de 2.400.000 habitantes, y de ellos unos 89.000 son de la provincia de Soria, es decir, menos del 4% del total de la población de la Comunidad. A destacar que sólo el 19,3 de los sorianos consultados por Soria Ya en un estudio, afirman tener vínculos comerciales o sociales con otras provincias de Castilla y León.; y el 21,3% vínculos afectivos.

Aire fresco y vertebrador

El siglo XX estaba siendo letal para la provincia de Soria, con una diáspora dramática hacia las ciudades de los pujantes polos industriales que se estaban impulsando en las décadas de 1950 y 1960 desde los gobiernos centralistas de Franco. El Estado de las Autonomías se sintió en Soria como un aire fresco solidario, una herramienta capaz de vertebrar las diferentes regiones y provincias españolas. Por ello, no importaba la carencia de un sentimiento popular de ‘comunidad’ (ya llegará, se decía); ni que se desgarrara y se disgregara la realidad cultural e histórica de Castilla en varias comunidades autónomas, para construir un puzzle autonómico forzado de España, seguramente para equilibrar y contener los empujes de algunos territorios o regiones, en los que enseguida afloraron los nacionalismos y los anhelos de autogobierno, que permanecían adormecidos desde la Segunda República, continuando un debate federalista que se ya había iniciado en el siglo XIX, con la I República.

De hecho, la creación de la entidad preautonómica del Consejo General de Castilla y León, en julio de 1978, recogía esa visión anterior, incluyendo 11 provincias, las 9 actuales más las provincias de Santander y La Rioja, históricamente castellanas. Pero pronto estos dos territorios decidieron desarrollar una autonomía uniprovincial, abandonando el proyecto de Castilla y León, que se aglutinaba en torno a la cuenca del Duero.

Treinta y cinco años después, aquella incipiente ilusión de los sorianos que generó la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León y la puesta en marcha de la Comunidad se ha tornado en decepción. La supervivencia de la provincia de Soria se ve más en peligro que hace 35 años, la despoblación es mayor y las diferencias con otras provincias se han acrecentado.

Soria Noticias considera que este 35 aniversario del Estatuto de Autonomía de Castilla y León es un buen momento para mirar por el espejo retrovisor, con diversas opiniones y valoraciones sobre lo que ha significado la gestión y el desarrollo de la Comunidad para Soria.

Unas reflexiones que se producen en un momento de debate revisionista, en torno al encaje territorial y autonómico del Estado, y a conceptos como la solidaridad interterritorial, o la vertebración social y económica de España.

Ante la frustración y decepción que siente la sociedad soriana, que considera que no existe un apoyo político suficiente hacia la provincia, sólo cabe -después de mirar por el retrovisor- volver a mirar hacia adelante para continuar el camino. Tampoco hay que olvidar una realidad que está ahí, aunque no guste, y que recuerda el socialista Martínez Laseca o la Soria Ya: el juego político democrático se hace para la gente, y es para ella para la que se hace política. ¿Qué hacer entonces con los territorios menos poblados, como Soria? ¿Quién hace política para provincias como Soria, con menos gente y con menos votos, que no interesan tanto a los partidos?

Los sorianos todavía quieren creer que la Castilla y León sea esa herramienta vertebradora que eligieron y apoyaron hace 35 años, a pesar de que las vinculaciones afectivas, sociales o económicas de los sorianos siguen estando demasiado alejadas de ‘Valladolid’. Lamentablemente, la Autovía del Duero sigue sin estar construida...

Análisis

12 personalidades sorianas aportan su opinión y análisis sobre estos 35 años del estatuto de autonomía, tanto desde el punto de vista de Castilla y Léon como de la provincia de Soria.

Juan José Lucas: "La Nacional 122 es el gran tema pendiente"

Virgina Barcones: "El problema es el PP y su gestión, no CyL"

Carlos Martínez: Necesitamos políticos que defiendan Soria"

Plataforma Soria Ya: "Hemos sido ignorados y despreciados"

Esther Guerrero: "El soriano no ha podido sentir como suya CyL"

Jesús Ciria: "Los presidentes sorianos no dieron la cara"

José Ramón Huerta: "Necesitamos mayor esfuerzo administrativo"

Martínez Laseca: "Hay aspectos claramente mejorables"

Antonio Ruiz Vega: "Ha sido una completa decepción"

Santiago Aparicio: "Notorios avances políticos y económicos"

Marimar Angulo: Sanidad y Educación, por bandera"

A. Martín Vizcaíno: "Sigue sin haber sentimiento autonómico"